Ignacio Sotelo y la pérdida de los valores democráticos


Ignacio Sotelo y la pérdida de los valores democráticos
El pasado 14 de septiembre Ignacio Sotelo publicaba en “El País” un artículo en el que abogaba por mejorar las relaciones con Marruecos dando Ceuta y Melilla como pago, ya que a juicio del autor ambas ciudades suponen un gasto inasumible en tiempos de crisis y constituyen fuentes de fricciones con un país vecino con [...]

El pasado 14 de septiembre Ignacio Sotelo publicaba en “El País” un artículo en el que abogaba por mejorar las relaciones con Marruecos dando Ceuta y Melilla como pago, ya que a juicio del autor ambas ciudades suponen un gasto inasumible en tiempos de crisis y constituyen fuentes de fricciones con un país vecino con el que se deben mantener buenas relaciones.

Ayer, también en “El País”, el Presidente de la Ciudad de Ceuta publicó un artículo de respuesta, con el que estoy de acuerdo. Es muy raro que yo esté de acuerdo con el Presidente Vivas. El artículo de respuesta era correcto y rebatía acertadamente las afirmaciones de Sotelo, aunque por la naturaleza política del firmante y de sus asesores, además de por la necesario limitación de espacio, no se profundizó en algunos aspectos que son dignos de mención y comentario.

Ignacio Sotelo fundamenta su artículo sobre un pragmatismo que quiere oír de todo tipo de nacionalismo, español o periférico, que le es útil para atacar los llamados ‘derechos históricos’ de los que hablaremos más adelante. El problema es que una cosa es ser nacionalista, otra no ser nacionalista y, una muy diferente, es ser un nihilista de la comunidad política, superando incluso a las concepciones más minimalistas del Estado.

Para Sotelo no es defendible cualquier política que, en virtud de una idea de ‘nación’, anteponga determinadas pretensiones sobre la propia identidad o configuración a cuestiones prácticas. Es curioso que solamente a España le esté vetado hasta la más civilizada brizna de nación, mientras que a Marruecos no le critica ninguna de las concepciones nacionalistas que sustentan las rutinarias reivindicaciones de Ceuta y Melilla.

Sotelo tiene razón en decir que nos conviene tener relaciones buenas con Marruecos. Estoy de acuerdo y cualquier persona con dos dedos de frente lo estará, pero hay que preguntar de quien depende tener esas buenas relaciones. Al menos hay dos partes y, por lo visto, hay una empeñada en provocar ridículamente y esa parte no es España.

Es más Sotelo no menciona el motivo por el que él piensa que la entrega de Ceuta y Melilla a Marruecos garantizaría una buenas relaciones. Marruecos no mantiene relaciones sin fricciones con ninguno de sus vecinos (Mauritania, Argelia y España). Es más Marruecos, desde los años setenta, ha reivindicado el Sáhara Occidental (que lo tiene ocupado militarmente), Ceuta, Melilla y las Islas Canarias. Su agenda de ampliación territorial está clara. Solamente nos resta saber si Ignacio Sotelo estaría dispuesto a entregar las Islas Canarias para que determinadas empresas tengan más facilidades en Marruecos. Las buenas relaciones han de ser mantenidas por las dos partes y no solamente por una.

El chantaje implícito, que Sotelo bendice, de la necesidad de controlar la inmigración y el terrorismo nos coloca en la posición de eternos pagadores a cambio de que Marruecos cumpla con sus obligaciones como estado que quiere ser parte del ámbito económico europeo. En las relaciones internacionales nadie hace nada gratis, pero lo que propone Ignacio Sotelo conlleva que España deba someterse a una especie de nueva edición del vasallaje con Marruecos (tierras a cambio de protección de la inmigración y el terrorismo).

El autor del artículo quiere crear confusión sobre la población de Ceuta y Melilla. En Ceuta y Melilla no vivimos cuatro comerciantes y unos cientos de funcionarios, sino 150.000 españoles. Cae Sotelo en la trampa mental y en la xenofobia implícita, además de en desagradable coincidencia con la propaganda marroquí, de que los musulmanes ceutíes y melillenses no son españoles sino marroquíes. También habla de que Ceuta y Melilla viven del ‘comercio informal’ (eufemismo de ‘contrabando’) pero no se para a pensar que es Marruecos quien pone todos los obstáculos materiales y legales en su mano a que haya un comercio formal, que sería muy beneficioso para las regiones limítrofes y para las dos ciudades españolas.

Leyendo su artículo me he sentido retrotraído a los estudios de Historia en los que unos reyes se reunían y se repartían territorios y poblaciones como satisfacciones de guerra, para calmar los ánimos o como regalo de boda. Ignora cualquier idea de ciudadanía, de derechos personales o de contrato social cuando cree que comprar el buen entendimiento con Marruecos a cambio de dos ciudades españolas y sus habitantes es una buena idea. Parece que los ceutíes y los melillenses somos piezas de intercambio en la pobre estrategia mercantilista de Sotelo y no ciudadanos españoles.

El problema que tiene Sotelo es que confunde la retórica de los ‘derechos históricos’ con las consecuencias jurídicas que crean los acontecimientos, recogidas tanto en el Derecho de cada país como en el Derecho Internacional. Ignacio Sotelo no quiere hablar de Derecho y prefiere la óptica del amigo y el enemigo, de la victoria y la derrota, de la amenaza y el apaciguamiento. No quiere hablar de Derecho pero nunca habla de ciudades españolas, muy hábilmente, sino de plazas de soberanía y de dominación (¿sobre quién?).

No tiene razón Ignacio Sotelo cuando dice que Marruecos es una ‘democracia deficiente’. Marruecos es una dictadura de corte teocrático con algunas instituciones, sin poder real, que simulan ser democráticas. En Ceuta y Melilla hay un sistema democrático y un régimen de derechos y libertades, y lo que propone es que los territorios y las poblaciones sean entregados a un dictador que gobierna en nombre de Dios.


Filed under: Canarias, Celtiberia, Ceuta, Derecho Constitucional, Derecho Internacional, Economía, Filosofía de la Historia, Historia, Marruecos, Melilla, Política, Sáhara Occidental, Sociedad, Teocracia
Posted originally: 2010-09-22 18:50:35

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