Un kamikaze cuesta abajo


Un kamikaze cuesta abajo
El conductor del vehículo oruga que arrastra a la comitiva con sus ruedas-cadena apremia a los esquiadores, que unidos por una maroma en el refugio de Cascina Zeledria, se disponen a partir después de comer ravioli rellenos de espinacas, un excelente queso parmesano, agua con gas y un capuccino. Al frente del pelotón, los dos pilotos de Ferrari, Alonso y Massa, apremian a su vez a Giancarlo Fisichella, que se ha despistado. «Fisico, andiamo», suelta el español, metido de lleno en su papel de hombre Ferrari, terno rojo, de punta en blanco por la montaña. Pasadas las dos de la tarde, el grupo e...


Posted originally: 2010-01-13 00:00:00

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