La lluvia se ha sumado a la fiesta brasileña de Interlagos. Desde ayer por la noche el cielo está capotado en Sao Paulo y el agua aparece de forma intermitente con intensidad diversa. No parece que esta situación se diluya antes de la disputa de la clasificación, a las dos de la tarde (cinco hora española). La tercera sesión de entrenamientos libres se ha disputado pues con agua y con neumáticos extremos de lluvia.