Sobre manifestaciones, concentraciones y acampadas


Sobre manifestaciones, concentraciones y acampadas
Ante todo, como presupuesto, quiero indicar que los manifestantes de ayer y los que hoy y en adelante presumiblemente se concentrarán me merecen todo el respeto. Sigo sin saber qué desean o que reclaman en concreto porque cada una de las personas que va allí es un programa en sí mismo y el manifiesto es [...]

Ante todo, como presupuesto, quiero indicar que los manifestantes de ayer y los que hoy y en adelante presumiblemente se concentrarán me merecen todo el respeto. Sigo sin saber qué desean o que reclaman en concreto porque cada una de las personas que va allí es un programa en sí mismo y el manifiesto es de una generalidad tal con la que no se puede estar de acuerdo ni en desacuerdo.

Algunas reflexiones desordenadas:

1) Estoy de acuerdo con Jorge Galindo y R. Senserrich con decir que este movimiento es de izquierda y que rezuma los principios clásicos de la izquierda, por más que insistan en no identificarse con ningún partido político.

2) El sector liberal de izquierda no puede caer en la tentación de que esos manifestantes quieren sus propuestas, todo lo contrario, quieren mantener lo que la crisis ha tirado. Las opciones del PSOE para no perder al electorado que se le va a chorros no era la liberalización, sino mantenerse inamovible, algo que no le ha sido posible.

3) El sector económico más dañado por la crisis, con diferencia, ha sido la construcción. Tengo la impresión, subjetiva, que pocos desempleados de este sector se están manifestando en las plazas de las ciudades. Esto no es ni bueno ni malo, en el caso de ser sería únicamente una característica. Los desempleados de la construcción añoran los viejos tiempos de la ‘burbuja’ donde sin cualificación alguna se podía ganar 3000 euros al mes.

4) Es cierto que, por fin, las movilizaciones han saltado de Internet a la calle, que es donde se ganan las causas o se pierden. Poco a poco irán adquiriendo las habilidades necesarias para que las manifestaciones y las concentraciones no se pierdan o se desvíen. La continuidad creo que está garantizada si en principio se limita al próximo domingo.

5) El seguimiento de las concentraciones es muy desigual a lo largo del país. Solamente parece que ha tenido relevancia en Madrid, pero en otras ciudades del país la cifra ha sido más bien ridícula. Corre el peligro de convertirse en una protesta de corte madrileño con la no participación de la periferia del país, esto es, del país.

6) Los manifestantes, acampados o concentrados no deben caer en las facilones redes de lo ‘conspiranoico’. Durante la pasada tarde se ha acusado a Twitter de censurarles a desaparecer el ‘trending topic’ de #spanishrevolution (por dejar de ser una tendencia y consolidarse, lo cual es un criterio conocido de Twitter) y de que se estaban utilizando inhibidores para evitar el uso de móviles (cuando las redes se saturan cuando hay una acumulación tremenda de gente para unas antenas limitadas).

7) De todos modos que nadie se engañe. La mayor concentración de personas para un acto político del día 17 de mayo la ha protagonizado el imputado Francisco Camps. 15000 personas, muchas más que en Sol, han estado apoyando al imputado que el Partido Popular presenta a la Presidencia de la Comunitat Valenciana. La derecha lo tiene muy claro y va arrasar.

8) Desde ayer mismo y amparándose en incidentes protagonizados por unas minorías que desgraciadamente siempre aparecen, Gallardón comenzó a abonar la teoría de que la extrema izquierda está tomando la calle. Luego vendrá la idea de que las instituciones están siendo cuestionadas por extremistas políticos bolivarianos (u otras variaciones como que Rubalcaba es el director) y de que hay que tomar medidas extraordinarias. Los del PP son gente lista, aunque a veces se esfuercen en demostrar lo contrario, y saben que una de las mayores victorias de la derecha francesa se dio tras la Revolución del 68 con la llamada ‘Cámara del Miedo’.

9) Un poco de cinismo para terminar. La principal fuente de ingresos de este país es el turismo y al turismo le repele la inestabilidad en los destinos. Que nadie olvide que España se ha beneficiado de la huida del turismo del mundo árabe a causa de las revueltas. Si los medios extranjeros transmiten al exterior la existencia de un clima de inestabilidad política que los trabajadores turísticos preparen las cartillas del paro para antes del verano.


Filed under: Camps, Celtiberia, Ciencias Políticas, Comunicación, Comunicación Política, Corrupción, Derecha Política, Diseño de Jugadas, Economía, Europa, Extremismo Político, Francia, Gallardón, Historia, Ingeniería Informativa, Internet, Izquierda Política, Madrid, Mundo Árabe, Política, Política 2.0, Televisión, Turismo
Posted originally: 2011-05-18 00:46:50

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