La mayoría de la gente que sigue resistiendo en la plaza de la Liberación de El Cairo tenía la esperanza de que el esperado discurso del presidente Mubarak respondiera a sus demandas. Pero han visto frustradas sus expectativas. Muchos de los manifestantes se han entrado de la aparaición de Mubarak en televisión y del contenido de su discurso gracias a las llamadas que les han informado de las novedades. Y la reacción de las miles de personas que permanecen en la plaza ha sido la misma: no piensan moverse hasta que Mubarak se vaya del poder. Para los presentes, su renuncia a no presentarse a las futuras elecciones no significa que vaya a abandonar el cargo que mantiene desde hace treinta años, por lo que persisten en la idea de permanecer en la plaza hasta que esto se produzca.