El presidente de la Generalitat, Artur Mas, ha pedido hoy que al juzgar su gestión se tenga en cuenta el marco en el que han transcurrido sus primeros cien días de Gobierno, con las finanzas públicas en situación de "emergencia" y el autogobierno de Cataluña en un momento de "supervivencia". En rueda de prensa para valorar su gestión, Mas ha apuntado que la consulta soberanista en Cataluña sigue adelante. Pese a las llamadas al diálogo con el Gobierno central, y la apertura del Ejecutivo de Mariano Rajoy a hacer gestos para suavizar la asfixiante situación de la economía catalana, Mas sigue con su desafío. “Es el sexto año de recesión económica, mi tercer año de mandato y el primer año encarados hacia el derecho a decidir, la consulta, y el proceso soberanista. Es el primer año en que todo esto está cogiendo una aceleración significativa”.

Aunque el camino hacia el referéndum no va reñido con la recesión económica, ha puntualizado Mas. Es decir, que según el presidente catalán la negociación con el Estado para lograr la relajación del déficit es compatible con el proceso soberanista. El presidente, en una exposición esquemática, ha citado cinco ejes prioritarios para su legislatura: la estabilización de las finanzas públicas reduciendo el déficit; la creación de puestos de trabajo; la preservación del Estado del Bienestar; las medidas de transparencia y de calidad democrática; y la transición nacional. “No son compartimientos estancos. No son contradictorios, sino complementarios. Van ligados”, ha resaltado Mas. El líder de CiU ha aseverado que su intención es agotar la legislatura, pero ha matizado que “todo puede cambiar en poco tiempo”.

Las medidas de austeridad, ha puntualizado Mas, vienen “impulsados por Alemania y asumidos por todos los países de la Unión Europea”. El líder catalán ha citado cinco obstáculos para superar la situación económica: la recesión; el déficit fiscal, “un problema que se arrastra”; el “lastre económico” del anterior Gobierno tripartito; el “repartimiento arbitrario” del déficit; y el impago de partidas que el Estado debe a Cataluña. “Todo suma en malmeter las finanzas catalanas”. Según el presidente catalán, su Gobierno ha hecho los deberes: pese a sumar el 17% de gasto público, Cataluña ha acumulado el 24% del recorte de todas las administraciones, según los datos del Ejecutivo catalán.