Hace menos de un lustro, cuando Paul Samuelson cumplió sus primeros 90 años, tuve que escribir un artículo en este periódico que titulé
Los maestros nonagenarios y en el que pretendí rendir homenaje a dos de esos economistas, leyenda vida de nuestro tiempo: el propio Samuelson y John Kenneth Galbraith. Hoy los dos han muerto. El primero lo hizo este domingo, a los 94 años de edad. En ambos se unía esa cualidad que caracteriza a los grandes científicos sociales: sus intereses iban más allá de la especialidad en la que trabajaron y se hicieron famosos, y participaron activamente en la vida pública de sus entornos. No fueron economistas de campanario ni intelectuales encerrados en sus torres de marfil.