José Antonio LABORDETA: Memorias de un beduino en el Congreso de los Diputados. Ediciones B. Barcelona. 2009. 238 páginas.

José Antonio Labordeta ha sido diputado en dos legislaturas y su forma de ser, de comportarse, de expresarse y mantener sus ideas han hecho que sea una persona que me caiga bien.

Ahora ha sacado un libro sobre el tiempo que pasó como “padre de la Patria” a las que ha dado el título de Memorias de un beduino en el Congreso de los Diputados. Está estructurados en breves capítulos en los que cuenta las dos legislaturas, las dos campañas que le llevaron al Congreso, su experiencia de ser extraño y perdido en el Madrid del poder y, sobre todo, las dificultades que tiene un solitario diputado del Grupo Mixto para que sus electores sepan que existe, que hace el trabajo para el que le han elegido y las misma de circunstancias que se dan.

Dedica mucha más páginas a la primera que a la segunda legislatura, sobre todo porque creo que el ambiente de mayoría absoluta le hacía preguntarse sobre la utilidad de su presencia y porque se dio una presión ideológico-gritona que sacó que él una furia que, según se desprende de las páginas, siempre intenta contener.

Labordeta da cuenta del trabajo del Grupo Mixto y como ellos, a pesar de proceder de lugares diversos, tienen un sentido de solidaridad, de ayuda y de trabajo en común (en cuanto se puede) dada su insignificancia numérica y, sobre todo, que normalmente ninguno de ellos compite electoralmente con el otro.

El libro te lo bebes. Merece la pena y, aunque no sean unas memorias densas de datos, personas, explicaciones y que alimenten el “ego” del autor, sí permiten hacerse una idea de la vida llevaba por este estupendo diputado de la Chunta Aragonesista que con un hemiciclo casi vacío y antes los gritos e insultos de los escaños situados a su derecha, los mandó a la mierda.