Mano Menezes está preocupado con el futuro de la selección brasileña. "En los últimos años no ha habido suficiente caudal en las categorías inferiores que sirviera para el primer equipo", ha reconocido. Y esto, teniendo en cuenta que Brasil será anfitrión del Mundial 2014, deja bastantes incertidumbres. Por eso el técnico quiere comprobar muy de cerca todo lo que acontezca en la cantera. Y por eso ha viajado a Pereira para seguir esta noche el partido. Algunas fuentes también indican que no quiere que haya más fugas de jugadores importantes hacia otras selecciones como fruto de nacionalizaciones. El último caso, bastante sangrante, es el de Thiago. La política de las categorías inferiores brasileñas es prescindir en categoría Sub-15 o Sub-17 de futbolistas que actúen lejos de Brasil y eso tiene sus consecuencias. La siguiente podría ser la de Rodrigo. El delantero está comprometido con España, pero hasta que no juegue un partido oficial con el primer equipo aún puede ser convocado por los brasileños. Como Thiago. Menezes lo sabe y ya ha empezado una campaña de seguimiento. Convencer al culé parece tarea imposible, así que Rodrigo y Rafinha cobran protagonismo.