La canciller federal Angela Merkel advirtió el miércoles de que “la crisis de la deuda europea sigue, sin duda, sin superarse”, aunque aseguró que ya se están “viendo los primeros resultados” en la recuperación. En su primer discurso ante el pleno de la Cámara baja parlamentaria (Bundestag) tras la toma de posesión de su tercer mandato este martes, Merkel explicó que “para la Gran Coalición, la unificación de Europa es y seguirá siendo una de las tareas principales”. También abogó por hacer cambios en los tratados europeos para acelerar las reformas. La líder de los democristianos alemanes (CDU/CSU) ganó las elecciones del 22 de septiembre y pactó una coalición que el que fuera primer partido de la oposición en la pasada legislatura, el socialdemócrata SPD.

Sugiriendo lo poco que planea cambiar en su política europea, Merkel echó mano de sus viejos lemas como “Alemania sólo es fuerte si Europa es fuerte”. La Unión Europea, dijo durante su discurso de media hora, “ha avanzado un buen trecho en el camino hacia la estabilidad y el crecimiento”. En particular se refirió a España e Irlanda, que recogen “los frutos” de sus “esfuerzos reformistas” al abandonar el programa de ayudas europeas. Pero pidió “más reformas” y normas vinculantes para asegurar que se aplican en todos los países europeos.

Criticó Merkel las resistencias contra un posible cambio en los tratados de la UE: “Tenemos una situación en la que se reprocha a Alemania que bloquee ciertas medidas, pero no es el caso”. Llamó Merkel a “desarrollar” los acuerdos europeos “allí donde las normas actuales no alcancen para avanzar en las reformas estructurales necesarias” para evitar que los países socios “caigan de nuevo en dificultades financieras”. La jefa del Gobierno anunció que Alemania propondrá cambios en los tratados durante la cumbre europea del jueves y el viernes en Bruselas. Dedicó una buena parte de su alocución a la crisis europea: “que empiece mi tercer mandato hablando de Europa es la expresión de la nueva realidad” para Alemania, cuya política interior “apenas puede diferenciarse” de la política europea.

Merkel explicó que los líderes europeos también debatirán en Bruselas sobre la situación en Ucrania. Dijo que la Unión “mantiene sobre la mesa” su oferta para un acuerdo de asociación con Kiev. Pidió al Gobierno ucranio que respete “lo que Europa pide de todos los países: la libertad de manifestación y las garantías democráticas básicas”.

El primer partido de la oposición, La Izquierda (Die Linke) dio la réplica acusando al Gobierno de Merkel de “estafa electoral”. El miércoles se hizo evidente que la gran coalición entre CDU/CSU y SPD es un rodillo político en el Bundestag: de 15 discursos programados, sólo 4 correspondieron a los dos partidos opositores, Die Linke y Los Verdes. La dirigente de Die Linke Sahra Wagenknecht criticó que “esta no es la coalición de las grandes tareas, sino de la gran ignorancia”.

Dijo Wagenknecht que Alemania defiende una política “para los mercados, no para la gente”. Esta dirigente, que ha formado parte de la Plataforma Comunista de su partido, recomendó a los democristianos la lectura de la primera exhortación apostólica del papa Francisco, de la que citó ella misma que “el dinero debe servir y no gobernar”. Sumada, la oposición parlamentaria solo ocupa el 20% de los escaños en esta legislatura.