Miribilla no surte efecto


Miribilla no surte efecto
El grupo del Bizkaia BB tiene miga. A pesar de nombres míticos de la Euroliga, Fenerbahçe turco (anfitrión, al menos su pabellón, de la final four) y Olympiacos griego, junto al Caja Laboral, hasta la fecha el más solvente. Y, sin embargo, es el duelo de la igualdad, lo que hace que defender tu casa sea lo más parecido a la supervivencia. El Bizkaia, mal viajero, sabe que debe sobrevivir en su territorio en espera de vuelos menos ajetreados. De momento, ayer, ante un rival de prestigio dejó las llaves puestas en la cuesta y le vaciaron de existencia, a pesar de que ajustó la defensa, más agresiva, más intensa, liderada en muchos momentos por Hervelle, una especie de jabato bajo su aparente aspecto frágil, que acabó contagiando a toda la tropa. Y eso que el belga resbaló en la primera acción del partido, todo un síntoma para los supersticiosos. Fue un accidente. Parecía un engaño, pero acabó siendo un mal presagio. El belga imprimió carácter al equipo y su testigo lo tomó de mil amores Marko Banic, el tipo más singular del equipo vizcaíno, que asumió sin despeinarse (literalmente) el alma defensiva del equipo y el contrapunto anotador para mantener la autoestima del colectivo.



Posted originally: 2011-11-09 23:05:00

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