Sin encrucijadas, holgado por el resultado de la ida (0-2) y porque el Copenhague resultó de lo más ramplón, el Chelsea resolvió la eliminatoria sin sobresalto alguno, escaso de fútbol pero eficaz como cortafuegos. Un empate a nada en Stamford Bridge y a otra cosa, como la
Premier, cuesta arriba porque el Manchester United y el Arsenal no se dan tregua.