"¡Nunca dije que te fuera a matar!"


"¡Nunca dije que te fuera a matar!"
Serena Williams, la campeona vigente, se enfrentaba a una situación desesperada en las semifinales del Abierto de Estados Unidos. Kim Clijsters, su rival, una tenista de vuelta tras dos años retirada, madre en ese tiempo, tenía ventaja de 15-30 sobre su saque. El momento se las tenía: la estadounidense ya marchaba por detrás en el marcador (6-4 y 6-5) y contaba con un aviso del juez de silla en la mochila, por haber estrellado su raqueta contra el suelo. Eso le costó el partido. Con 15-30, Serena ejecuta un segundo saque y la juez de línea pita falta de pie en el servicio. Había pisado la raya. Es doble falta y 15-40. Doble punto de partido para Clijsters. La campeona, sin embargo, no se queda quieta. Reacciona con violencia. Se encara gritando y agitando su raqueta a la juez de línea. Ésta le dice al juez de silla que le ha agredido verbalmente. Y la estadounidense, que ya tenía un aviso, es castigada "por conducta antideportiva" con la pérdida del punto. Es, en consecuencia, su adiós al partido: 6-4 y 7-5 para Clijsters, que juega en Nueva York su tercer torneo desde que volvió a las pistas y que en la madrugada española del lunes se enfrentará en busca del título a la danesa Caroline Wozniacki, que se deshizo por un doble 6-3 de la belga Yanina Wickmayer.



Posted originally: 2009-09-13 05:57:00

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