Ahora suele recordar entre risas cómo, camino del instituto, pasaba todos los días ante el edificio de la Diputación Provincial de Pontevedra, sin imaginarse que el señor barbudo que iba a presidir aquella institución terminaría convirtiéndose en su esposo. Pero sucedió. En el día de los Santos Inocentes de 1996 Elvira Fernández Balboa llevó al altar a un talludito Mariano Rajoy Brey tras un noviazgo tranquilo. Ella tenía 31 años; él ya había cumplido los 41, y era entonces ministro de Administraciones Públicas del primer gobierno de Aznar, por lo que la boda no pasó desapercibida. El aluvión ...