Los pasos de Griñán


Los pasos de Griñán
José Antonio Griñán ya tiene, al menos en el plano formal, todas las herramientas del poder en Andalucía. A la Presidente de la Junta, le ha sumado hace unos días, la Secretaría General del PSOE de Andalucía, que es la formación que tiene mayoría absoluta en el Parlamento. Hay encuestas desfavorables, la mayoría aunque no todas, [...]

José Antonio Griñán ya tiene, al menos en el plano formal, todas las herramientas del poder en Andalucía. A la Presidente de la Junta, le ha sumado hace unos días, la Secretaría General del PSOE de Andalucía, que es la formación que tiene mayoría absoluta en el Parlamento.

Hay encuestas desfavorables, la mayoría aunque no todas, que han precipitado un Congreso que estaba previsto para después de las elecciones generales de 2012. Pero tener la máxima responsabilidad política y orgánica no es todo, no es una panacea a la situación actual.

Lo primero es que los andaluces sepan quien es Griñán, pues lo más problemático que reflejan todas las encuestas es que buena parte de los votantes lo desconocen.

Griñán no sólo tiene que ser el líder formal, sino que tiene que ejercer de tal. Tiene que dar ciertos “golpes en la mesa” y no quedarse únicamente en el gesto de autoridad de una segunda remodelación del Gobierno Andaluz (la primera la hizo justo cuando fue investido).

Por curioso que parezca los consejeros andaluces son perfectos desconocidos, de manera que estas remodelaciones se solamente tienen consecuencias en las estrechas cápsulas del poder regional. Los consejeros de más valía deben tener protagonismo propio, deben liderar sus respectivos departamentos y aportar una voz más ante la sociedad. No creo que sea nuevamente el tiempo de personas grises, desconocidas, a las que se les mantiene calladas en una peligrosa estrategia personalista.

Ese liderazgo debería ser construido desde la independencia. El peso del PSOE de Andalucía dentro del PSOE es evidente para todos los que conocen mínimamente la organización, pero ese peso y la consiguiente influencia no son percibidas como tal por los ciudadanos.

Muchas veces los andaluces perciben más seguidismo que otra cosa. Griñán, en su gestión como Presidente de la Junta, debería de esforzarse por dar una impresión de independencia respecto a algunos de los dictados centrales (sea Moncloa o Ferraz). Queramos o no, un político que, en determinados puntos se enfrenta a su partido, es bien visto.

Finalmente Griñán debería hacer atractivo el PSOE de Andalucía a muchísimas personas de valía que ni siquiera se plantean, por más que tengan un ideario cercano, militar en este partido. Este trabajo no es a corto plazo, sino a medio y largo, pero debería ir desmantelando las estructuras fosilizadas en agrupaciones y provincias en torno a personas, grupos de lealtades personales o convergencias consanguíneas que están petrificando a los socialistas andaluces.


Archivado bajo:Andalucía, Celtiberia, Ciencias Políticas, Comunicación Política, Diseño de Jugadas, Política, Política Andaluza, PSOE
Posted originally: 2010-03-25 12:34:03

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