En el paseo marítimo de la playa de Orzán, en La Coruña, hay rosas y velas encendidas en recuerdo de los tres agentes desaparecidos en el mar en la madrugada del pasado viernes cuando intentaban salvar a un estudiante imprudente, el eslovaco Tomas Velicky. Su padre, Peter, las miró fijamente ayer mientras observaba un cartel que recuerda a los policías como lo que fueron, unos «héroes».
Velicky llegó a las nueve de la mañana a la ciudad herculina desde Bratislava para recoger los efectos personales de su hijo y poder trasladar su pésame, también desde la angustia, a los familiares de los tres ...