Pocos y viejos, pero buenos


Pocos y viejos, pero buenos
Si se hubiera dedicado a cualquier otra actividad, el padre Emilio Regúlez a estas alturas ya estaría retirado, disfrutando del tiempo libre, jugando una partida a las cartas o a la petanca en el parque. Sin embargo, a sus 76 años, este sacerdote diocesano sigue dando guerra en la Parroquia de San Lorenzo, en pleno barrio de Lavapiés. «Estoy feliz de ser sacerdote. No quiero que me saquen. He presentado mi renuncia al cardenal pero deseo continuar», señala este cura que se ordenó porque «Dios así lo quiso», pero también gracias al testimonio de vida que recibió de los jesuitas, en sus años de...


Posted originally: 2009-11-29 00:00:00

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Pocos y viejos, pero buenos


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