De todas las críticas y prevenciones que suscita la introducción masiva de escáneres corporales en los aeropuertos, destacan las apelaciones a la privacidad. Pero también hay quien se preocupa por si la radiación -sobre todo cuando se usan rayos X y no microondas- es un peligro para la salud.
Tanto los productores de los escáneres como las autoridades lo niegan tajantemente. La TSA (Administración para la Seguridad del Transporte) asegura que el nivel de radiación a que estos escáneres exponen «es menor a la provocada por el uso del teléfono móvil». Otra cosa es la inquietud que su uso puede ...