La incógnita sobre si la ex guerrillera
Dilma Rousseff será o no presidenta de un Gobierno en la sombra del ex presidente y tutor Luiz Inácio Lula da Silva comienza a despejarse. Lula la llevó desde el anonimato a la alta jefatura del Estado con 57 millones de votos, sin haber sido siquiera la candidata preferida de su partido, el
Partido de los Trabajadores (PT) . Aunque aún quedan dudas por despejar, la presidenta ya ha comenzado a marcar distancias.