A la toma oficial de posesión de este sábado como
nueva presidenta de Brasil, la ex guerrillera, Dilma Rousseff, a cuya ceremonia ya han anunciado su presencia representantes de más de 130 países -más de los que asistieron a las de Lula en 2003 y en 2007-, ha querido tener a su lado en un lugar de honor a 11 amigas ex guerrilleras que compartieron con ella la cárcel durante la dictadura militar.