Los talibanes afganos han convertido hoy el centro de Kabul en un campo de batalla. En su operación más espectacular hasta la fecha, han lanzado a una veintena de suicidas contra el palacio presidencial, el Banco Central, las sedes de varios ministerios, un gran hotel, un cine y varios centros comerciales, sembrando el terror entre la población. Al menos dos civiles y tres miembros de las fuerzas de seguridad han resultado muertos, además de entre siete y diez atacantes. Aunque otros atentados han resultado más mortíferos, éste supone un grave golpe al Gobierno y a su plan de diálogo con los radicales islamistas.