Temperatura subjetiva


Temperatura subjetiva
Soy muy caluroso y no es la primera vez que lo digo. De hecho vivo en una zona cálida del país y, además, tengo la sensación de estar rodeado de frioleros. Creo que es claro que los umbrales del frío y del calor, dentro de lo humanamente tolerable, tiene bastante de elaboración subjetiva y de [...]


Soy muy caluroso y no es la primera vez que lo digo. De hecho vivo en una zona cálida del país y, además, tengo la sensación de estar rodeado de frioleros. Creo que es claro que los umbrales del frío y del calor, dentro de lo humanamente tolerable, tiene bastante de elaboración subjetiva y de producto social.

Cuando llega diciembre la gente del sur se viste de riguroso invierno porque toca y, sobre todo, porque para algo tienen ropa de abrigo en los armarios, que un buen dinero les ha costado.

Algunas veces he escuchado la siguiente afirmación: “hemos ido a x (cualquier ciudad del norte de Europa) y nos ha bastado con la ropa de abrigo que tenemos en España. No hace tanto frío”. No se paran a pensar que si esa ropa sirve para Berlín, puede que sea excesiva en Sevilla o en Ceuta.

Cada cual es libre de sentir el frío que quiera, pero ha de ser consciente de que ese frío puede que sea suyo y que todo a su alrededor no tiene que estar encaminado a evitarle esa sensación, pues puede seguir luciendo su armario invernal y no hacernos sudar a los que lo pasamos mal, a los anormales de los calurosos.

Posted in Idas de olla, Muy personal

Posted originally: 2009-12-13 18:03:23

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