El Gobierno y el PSOE acaban de dar el penúltimo paso en su viraje nuclear. De forma lenta pero inexorable, el Ejecutivo ha pasado
de anunciar un calendario de cierre de las nucleares a asumir de facto que
funcionarán más allá de los 40 años, el plazo que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, anunció como el máximo de vida para una nuclear. El cambio se culminó en una enmienda en el Senado a la Ley de Economía Sostenible a propuesta de CiU, según la cual las nucleares podrán funcionar mientras pidan prórrogas y las autorice el
Consejo de Seguridad Nuclear (CSN).