No pudo ser el pasado jueves por culpa del fuerte temporal; tampoco el fin de semana. No pudo ser hace dos días, pero sí -por fin- este 26 de octubre. Tras varias jornadas de parálisis e incertidumbre, ACMUMA y la AECC han logrado cerrar el círculo. Ambas entidades han puesto el broche de oro a su programa de actividades por el denominado 'Día Internacional Contra el Cáncer de Mama' con aquello que siempre sirve para dar por concluida la efeméride: la lectura de un manifiesto.

Las dos asociaciones más representativas de los pacientes y expacientes oncológicos de nuestra salada tierra se han instalado este último jueves de octubre en pleno paseo del Revellín bajo el paraguas de la llamada 'Federación Española de Cáncer de Mama'. Lo han hecho, además, con la connivencia de la Ciudad, que ha tenido a bien aportar a la causa un buen puñado de rostros conocidos, a saber: Juan Vivas, Nabila Benzina, Adela Nieto, Carolina Pérez...

Quien también ha tomado parte en la iniciativa ha sido la oposición: PSOE, VOX, MDyC y Ceuta Ya! han enviado a la cita a sus principales cabezas visibles (o a sus segundos de a bordo) en representación de su electorado. Del lado de la Administración General del Estado, el gustoso responsable de secundar la propuesta ha sido el delegado del Gobierno, Rafael García.

Las citadas entidades han permanecido apostadas frente al Zara entre las diez de la mañana y las dos en punto de la tarde. Durante cuatro largas horas, la consigna ha sido clara: captar solidaridad (intentarlo, más bien). Lo concurrido del lugar ha servido de pretexto para tratar de reclutar adeptos que quisieran colaborar con su donativo en la investigación contra el cáncer de mama. Aquellos que depositaran dinero en efectivo en cualquier de las huchas habilitadas al efecto tenían 'premio': un vistoso lazo de color rosa.

El acto central daba comienzo pocos minutos después de producirse el cañonazo de las doce. Tras las campanadas de mediodía, el tumulto y el desorden daban paso de manera obligada a un corrillo que quedaba articulado en torno a la hoy representante de ACMUMA, Rocío Fariña. Constituido el escenario, esta última se animaba a dar lectura a un extenso y reivindicativo manifiesto compartido por cada una de las cuarenta y siete asociaciones que dan forma a la FECMA (la aludida 'Federación Española de Cáncer de Mama).

El texto en cuestión tenía por pretensión -como cada curso- "sensibilizar y lograr que las mujeres reciban los mejores diagnósticos y tratamientos del Sistema Nacional de Salud". "La misión de la FECMA es trabajar en beneficio de las enfermas de cáncer de mama y crear una conciencia social, velando por que la enfermedad -hoy y en el futuro- pase a ser una prioridad", rezaba el escrito.

Desde ACMUMA, tienen claro que "el cáncer debe ser abordado en su complejidad". ¿Cómo? Por medio de "una actuación integral y un criterio multidisciplinar, combinando la prevención, la detección precoz, la respuesta asistencial, la investigación y la innovación". "Si avanzamos en esto último, seremos verdaderamente útiles para las mujeres que vendrán detrás de nosotras", prometía Fariña.

Las reclamaciones de la Federación Española de Cáncer de Mama para materializar tan nobles pretensiones pasan por instaurar "una cartera de servicios común para todas las Administraciones sanitarias", una que dote de "equidad" a los tratamientos dispensados a lo largo y ancho de todo el país. Igualmente, la FECMA considera "deseable" el hecho de que España incorpore "las recomendaciones del Plan Europeo de lucha contra el Cáncer a la cartera de servicios y prestaciones de nuestro Sistema Nacional de Salud". "Sería útil que el Consejo Interterritorial de Sanidad llegase a un acuerdo vinculante en ese sentido", finalizaba Fariña.