Prevención: no hay mejor arma; no hay mejor método para combatir el cáncer. Bien lo sabe la AECC, cuya Junta Provincial nos tiene ya más que acostumbrados a eso de incidir de tanto en tanto en la detección precoz: stands, actividades, colaboraciones, recaudaciones... Lo único que faltaba para cerrar el círculo de la concienciación eran unas jornadas. Faltaba, en pasado. Ya no falta.

La Biblioteca Pública Adolfo Suárez ha sido escenario este gélido jueves de un evento de esos que tienen más que simple tirón; no eran unas jornadas al uso. No lo eran por un sencillo motivo: hablamos de cáncer; no es, precisamente, un asunto baladí. Siendo el contexto el propio de un (grave) problema de salud pública, la sala de usos múltiples presentaba un lleno prácticamente absoluto; pocas sillas había vacías.

Lo de que no eran unas jornadas corrientes y molientes no iba solo por el tema a abordar; iba, sobre todo, por la interminable lista de ponentes invitados. Por hablar, se ha hablado de casi todo: tipos de cáncer, prevalencia, tabaquismo, terapias de grupo, diagnóstico, cribado, etc.

La gustosa encargada de inaugurar la cita ha sido Nabila Benzina. La consejera de Sanidad y Servicios Sociales ha abierto la veda haciendo un tajante llamamiento a la solidaridad. "Nadie debe afrontar el cáncer solo", decía. "Desde la Ciudad, seguiremos haciendo todo lo que esté en nuestra mano para ayudar a los pacientes oncológicos", adelantaba.

Benzina tiene claro que "las mujeres tienen que concienciarse y acudir a los cribados". El sector femenino ha de sensibilizarse, sí, pero también deben hacerlo los varones. En esta línea, la consejera ha recordado que "el Gobierno ha bajado hace poco a 55 años la edad a la que los hombres tienen que asistir por primera vez a una revisión para prevenir el cáncer colorrectal". "Si los médicos dicen que tiene que ser así, nosotros acataremos", desvelaba la titular de Sanidad.

Cabe mencionar que las jornadas que han propiciado la elaboración de este modesto artículo no son las primeras de su clase; las mismas van ya por su cuarta edición. Su razón de ser está en el denominado 'Día Mundial contra el Cáncer'. En su proximidad, más bien: la efeméride se conmemora cada 4 de febrero alrededor de todo el globo terráqueo desde que la ONU así lo acordase en el año 2000.

Afirmaba Jesús María Ferreiro que, "dada la situación actual, es más necesario que nunca concienciar a la sociedad en materia de prevención". Formas de prevenir hay muchísimas: hábitos de vida saludables, buena alimentación, ejercicio físico regular, evitar adicciones nocivas como la que genera el tabaco y un largo, larguísimo etcétera.

Pese a que la ristra de rutinas a seguir para evitar pescar ciertos tipos de cáncer es extensa, son muy pocos los que están verdaderamente al tanto. Tras tomar el pulso a la calle -a la gente de a pie- la AECC se hizo una pregunta: "¿Qué es lo que a la población le interesa conocer?". Teniendo en cuenta que los problemas de salud preocupan al común de los mortales, la respuesta era muy fácil: prevenir.

Hoy por hoy, uno de los métodos más efectivos para eludir un posible tumor pasa por no fumar. No alimentarse a base de ultraprocesados ni exponerse a la radiación solar está muy bien, pero lo cierto es que los cigarrillos (y lo que no son cigarrillos) se siguen llevando la palma cuando hablamos de cáncer.

Precisamente, sobre el tabaco y sus nocivos efectos ha hablado largo y tendido Francisco Marchante, un veterano médico que ha puesto el foco en las muchas terapias existentes para superar la adicción a la nicotina. En esta línea, el doctor ha descubierto que, en su día a día, se dedica a "ofrecer a los fumadores muchas alternativas y recursos gratuitos".

Marchante sabe muy bien de lo que habla cuando asegura que "el tabaco es, con mucha diferencia, el factor de riesgo más importante en la producción de cáncer". El dato estremece a cualquiera: en palabras del facultativo, "casi la mitad de los fumadores mueren prematuramente", esto es, "diez o doce años antes de lo que les correspondería".

Para el médico, el tabaquismo constituye "la mayor epidemia social del siglo XXI". Aun siendo el escenario casi apocalíptico, por fortuna, no todo está perdido. La buena noticia viene aquí: "Si erradicamos el tabaco, eliminamos muchísimas probabilidades de ser diagnosticados de cáncer". No hay más vuelta de hoja. Si tú, querido lector, fumas, ya sabes: estás a tiempo de dejarlo (y de ahorrarte, por tanto, posibles males mayores).