ALCER está de celebración. La entidad ha salido este miércoles a la calle para conmemorar el denominado 'Día del Donante de Órganos y Tejidos', celebrado a lo largo y ancho del territorio nacional el primer miércoles de cada mes de junio.

Bajo el lema 'Yo puedo ser esa pieza de puzle que tú necesitas', varios integrantes de la organización han instalado un stand en la céntrica plaza de Los Reyes para "concienciar" a la ciudadanía caballa sobre "la importancia de la donación".

Mari Ángeles Andrés, una veterana miembro de la asociación, tiene claro que "donar es dar vida". "Se trata de un gesto que permitirá a otra persona vivir", incidía. En palabras de la propia voluntaria, "hoy por hoy, se puede trasplantar casi todo", circunstancia que permite a las personas intervenidas llevar "un día a día totalmente normal".

Desde ALCER, han trazado su estrategia de concienciación apelando a la empatía: "En cualquier momento, te puede tocar a ti o a cualquiera de los tuyos". Resulta importante destacar que, en caso de defunción, es la familia del fallecido quien decide si sus órganos se donan o no. Es por ello por lo que "la gente tiene que tenerlo claro". No solo eso: "el donante tiene que concienciar a sus familiares".

Como no podía ser de otro modo, la agrupación facilita el trámite a aquellos valientes que optan por declararse donantes de órganos. "Aquí, les hacemos su carnet", explicaba Mari Ángeles. "Si, en caso de fallecimiento, los servicios de emergencias ven que esa persona no tiene familia y que lleva el documento en su cartera, automáticamente, se procede a utilizar sus órganos", añadía. En caso de no darse ninguno de los mencionados condicionantes, la decisión final, claro está, recae sobre sus allegados.

Pese a las reticencias, parece que cada vez son más los ceutíes que optan por subirse a esta particular ola de solidaridad. Según Andrés, "el año pasado, se llevaron a cabo en Ceuta veintitrés donaciones". La tendencia es bastante similar en el resto de España: a fecha de 2023, nuestro país encabeza el ranking de donaciones a escala planetaria, un dichoso reconocimiento al que ni siquiera el coronavirus logró hacer mella.