Alcohol, cannabis y sedantes concentran el 50% de las nuevas demandas de deshabituación en Ceuta

Alcohol, cannabis y sedantes concentran el 50% de las nuevas demandas de deshabituación en Ceuta
El fumador de 'porros' es un veinteañero sin trabajo.

- Los opiáceos siguen representando la mayor parte de los procesos terapéuticos que desarrolla la Consejería de Sanidad y Consumo

- El consumo de cocaína aparece asociado a nuevos espacios y nuevas conductas de ocio junto a la creencia de cierta inocuidad de la sustancia

- Este jueves se celebra el Día Internacional contra las Drogas


El alcohol, el cannabis y los sedantes concentraron durante 2013 la mayor parte de las demandas de tratamiento que recibió la Unidad de Conductas Adictivas (UCA), del Plan Sobre Drogas y Otras Conductas Adictivas, de la Consejería de Sanidad y Consumo, según el balance que ha realizado este departamento con motivo de la celebración, este jueves, del Día Internacional de la Lucha contra el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas.

Según ha informado el Gabinete de Comunicación del Ejecutivo local este miércoles, el alcohol encabezó esta estadística, con un 19% de las demandas de tratamiento, dos puntos más que el cannabis y tres por encima de los hipnóticos y sedantes. La adicción a la cocaína representó el 13 por ciento de las peticiones de atención registradas en la Consejería, mientras que el juego patológico se quedó en el 1 %, si bien los opiáceos siguen concentrando la mayor parte de los procesos terapéuticos que desarrolla esta unidad.

La Consejería recuerda que el fenómeno de las drogas ha sufrido un proceso evolutivo acorde con los tiempos, con un cambio destacable y una clara evolución en la forma y tipo de consumo por parte de las personas en tratamiento. Así, mientras ha irrumpido el policonsumo recreativo, con el alcohol como gran protagonista y una creciente incidencia en chicas, prácticamente ha desaparecido el consumo por vía parental y los heroinómanos marginales, gracias a una situación de mayor control propiciada por la efectividad de los tratamientos actuales (metadona, buprenorfina-naloxona…).

No obstante, “no hay que olvidar que el fenómeno de las drogodependencias no se debe a un único motivo, sino que resulta de la interacción de diversos factores: la persona, la sustancia de consumo y el contexto, como vértices de un triángulo equilátero”, recuerdan desde la UCA.

La Unidad de Conductas Adictivas pretende adecuar los dispositivos y programas a la situación personal y social de las personas que, por cualquier tipo de problema adictivo, se acercan a la unidad y ofrecerles mejores programas, cada vez más adaptados y diversificados, para conseguir ser cada día más eficaces y eficientes.

 

El consumo, en la media nacional

En cuanto a estudios de prevalencia, los datos locales están en la línea de la media nacional. La evolución del consumo de heroína en Ceuta ha pasado por un descenso importante en las admisiones a tratamiento como “droga principal”, y la edad media de los sujetos que demandan atención ha aumentado considerablemente. El Plan Sobre Drogas y Otras Conductas Adictivas de Ceuta es uno de los pioneros en la oferta de los tratamientos farmacológicos más avanzados y que están demostrando su efectividad en este campo.

La aceptación social del alcohol dificulta y retrasa el diagnóstico, siendo el perfil del usuario que acude por dicha adicción un hombre de 39,6 años, con estudios de enseñanza secundaria y con un promedio de consumo problemático de más de 15 años, donde cabría destacar la cada vez mayor incorporación de la mujer al consumo problemático de alcohol.

Respecto al cannabis, a pesar de ser una sustancia habitual en el patrón del paciente policonsumidor, hay que señalar que durante 2013 aumentó en más de un 50% las demandas a tratamiento. Esto refleja la cada vez mayor concienciación del problema por consumo de cannabis, cuyo perfil es el de un hombre de 26 años sin actividad ocupacional que comenzó a consumir esta sustancia a los 15.

En lo que se refiere a la adicción por consumos de sedantes, hipnóticos y/o ansiolíticos, es importante reseñar la edad temprana de inicio (14 años) y de demanda del tratamiento (22 años), lo que indica la rápida instauración de dicha adicción en estos pacientes, cuyo perfil es el de un hombre, con estudios de secundaria sin finalizar que vive en el domicilio familiar y que consume otras sustancias, principalmente cannabis y alcohol.

El consumo de cocaína aparece asociado a nuevos espacios y nuevas conductas de ocio junto a la creencia de cierta inocuidad de la sustancia. Su consumo va muy ligado a la ingesta de alcohol, y cuando el paciente acude a la UCA la evolución del consumo es larga, con una media de once años.

 

Integración y dignificación

La Consejería de Sanidad persigue también la integración social y laboral del drogodependiente en avanzado proceso de tratamiento, a través del desarrollo de una serie de medidas que logran mediante la formación y el empleo, que estas personas vayan normalizando progresivamente sus relaciones sociales, familiares y laborales, hasta conseguir la plena integración social. Como aspecto novedoso a destacar este año, ha sido el elevado nivel participativo de los usuarios en el itinerario de formación respecto a años anteriores, lo cual, aseguran desde la UCA, “indica un cambio de actitud muy importante”.

Los profesionales del Plan Sobre Drogas y Otras Conductas Adictivas subrayan la importancia de dignificar al paciente adicto, considerando a la persona que recibe tratamiento por drogodependencias u otras sustancias adictivas, como a cualquier otro enfermo crónico. Además, recuerdan que la intervención temprana es la manera más eficaz de actuar para combatir las adicciones.

Por último, la Consejería de Sanidad y Consumo, desde la aprobación del I Plan Sobre Drogas y Otras Conductas Adictivas, incorporó a su cartera de servicios nuevas demandas emergentes, como la adicción al juego o el mal uso de las nuevas tecnologías y de las redes sociales, lo que ha impactado en todas las edades, pero sobre todo entre los nativos digitales.

Alcohol, cannabis y sedantes concentran el 50% de las nuevas demandas de deshabituación en Ceuta


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