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Ambulancias en estado crítico: “Estamos saturados, no podemos más”

Ambulancias en estado crítico: “Estamos saturados, no podemos más”
Dos ambulancias en el área de Urgencias del HUCE
Dos ambulancias en el área de Urgencias del HUCE

“Estamos saturados, cada vez hay más servicios y el contrato sigue siendo el mismo”, explica Tomas Sánchez, delegado de CCOO en la empresa de ambulancias, Transporte Sanitario Terrestre de Ceuta T.S.T.C, adjudicataria del servicio de emergencias de Ingesa. En cada turno, cada equipo, formado por dos trabajadores, atiende hasta 40 servicios diarios, en total entre 120 y 130 salidas al día. 

El servicio de ambulancias se divide en dos secciones bien distintas pero con el mismo problema: está exhausta, casi en estado crítico, al borde colapso. Por un lado están los encargados de la rehabilitación y los traslados, que son muchos y diarios, y las emergencias, que cuenta con sólo una unidad de soporte avanzado y otra de soporte vital básico más una extraordinaria de carácter TNA, para los casos más graves. “Aunque aveces también nos tocan casos graves”, matiza Sánchez, señalando un problema de base con el centro de coordinación del 061, “que no hace bien su trabajo”, alega, “si mandan una ambulancia por un dolor de muelas”.

Un problema que han trasladado a Ingesa en una reciente reunión con la subdirectora del INGESA, Ana Álvarez y con el director médico Manaan Abdelkader, para trasladar la situación que viven los trabajadores de la empresa en los servicios que realizan para el INGESA, tanto de recogida de enfermos como de servicios de urgencias. “Pero de momento nada”, suspira el representante sindical.

Un agente de la Policía Local da paso a una ambulancia.

“No podemos más,”, resume Tomás Sánchez, apuntando que la situación de saturación del servicio no solo afecta los trabajadores, que arrastran una importante carga de estrés, sino también a los pacientes y usuarios, que “lógicamente” se enfadan y la pagan con el trabajador de las ambulancias, que no ha hecho sino tratar de cumplir con todo el trabajo que les asignan: diálisis, rehabilitación, consultas, traslados al helipuerto, traslados a la Península… Una carga que trabajo, con los medios humanos y materiales muy limitados, que va provocando retrasos y la ralentización del servicio. “Muchas veces llegas tarde”, admite.

Un carga de trabajo que se ha multiplicado con la pandemia. Si ya antes la idiosincrasia de esta ciudad, con numerosos edificios sin ascensor y callejuelas sin acceso al tráfico rodado, la Covid-19 h sumado nuevos condicionantes, con la necesidad de portar equipos de protección y extremar las medidas de seguridad. 

El problema está, explica, en el contrato de Ingesa. “Es una barra libre”, resume. Hasta 2005 el traslado en ambulancia debía contar con una autorización médica, un facultativo debía decidir si era necesaria o si el paciente podría acudir por sus propios medios. Ahora no. Decide el centro de coordinación, multiplicando el número de salidas, en ocasiones si que realmente se necesite.

Y no solo faltan ambulancias. En cada turno trabajan entre 6 y 7 trabajadores, pero no todos están en Ceuta. Si hay viajes —a Málaga, Jerez, Cádiz…— el servicio se reduce considerablemente. Una situación que se agrava en el turno d tarde, con 2 ambulancia y en muchas ocasiones una de viaje.

Una problemática que llevan años señalando y que, aunque la empresa no tiene culpa, admite, tampoco aporta mucho en periodos de vacaciones o con las bajas. “Viste un santo para desvestir a otro”, resume. Para la FSC-CCOO de Ceuta como para la representación sindical, la situación debe corregirse de manera urgente ya que el colapso del servicio provoca situaciones extremas, en ambos servicios, que dañan gravemente el soporte que se debe prestar a la ciudadanía, que es la primera afectada, además de que somete a la plantilla a un nivel de estrés desproporcionado que puede provocar futuras enfermedades laborales. 

La FSC-CCOO solicita al INGESA la ampliación contractual del servicio, aumentando los vehículos y conductores contratados para programados y urgencias o, en su defecto, destinar una unidad del programado al servicio de urgencias, como parte prioritaria del servicio, aunque lo ideal y responsable es la ampliación contractual para mantener el traslado de enfermos a los tratamientos en las mejores condiciones.

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