CORONAVIRUS

El caso del falso positivo que no era falso, pero sí negativo

El caso del falso positivo que no era falso, pero sí negativo
hospital apaisada ingesa
Ingesa, a la espera de la llegada de los test rápidos./archivo

El presidente de la Ciudad Autónoma de Ceuta lanzó una llamada de alerta pública este domingo al denunciar que Ceuta combate “a ciegas” la pandemia de coronavirus por la falta de test que impiden su realización masiva como demanda la Organización Mundial de la Salud. Lo hacía este domingo poco después de que Ingesa sacara pecho por superar la media nacional por habitante de realización de PRC, la prueba diagnóstica con la que comenzó confirmándose el diagnóstico de la infección y que a estas alturas se ha sustituido por la denominada prueba de antígeno, que detecta de manera más veloz si el paciente tiene anticuerpos del virus en su organismo y que por protocolo acaba confirmándose, en el caso de arrojar resultado positivo, con una prueba PCR. Y la realidad es que Ingesa no está realizando la prueba a todos los candidatos a estar infectados y prioriza (lo que en el argot médico se denomina triaje) entre los potenciales pacientes.

Ingesa reconoce que no a todos los posibles infectados que a día de hoy permanecen con obligación de mantener el denominado “aislamiento severo” se les está practicando la prueba. Sólo en los casos con sintomatología más grave se les practica la prueba en Ceuta; a los casos leves se les envía la muestra al Instituto Carlos III en Madrid y en algunos casos, a pesar de requerirla el propio paciente, no les toma muestra por considerar que no es necesario.

La situación se ha puesto de manifiesto con el curioso caso del faso positivo que resultó no ser falso, y sí negativo. Lo que había pasado es que en el Carlos III habían cruzado nombres de pacientes.

Una familia ceutí regresó de una fiesta en el extranjero días antes de que se decretara el Estado de Alarma. Pasados unos días, la mujer comenzó a sentir síntomas: fiebre, tos seca, dolor en todo el cuerpo y problemas para respirar. Siguió el protocolo. Llamó a los sanitarios y estos se desplazaron a su casa, le tomaron muestras y como su caso era leve, decidieron remitir las muestras a Madrid. A los tres días recibió una llamada confirmándole que los resultados eran positivos. Se le dio nuevas instrucciones. Ya por la tarde de ese mismo día recibió otra llamada para desmentirle el positivo, sin mayor aclaración.

La prueba del PCR, la que realiza Ingesa tiene una fiabilidad de entre el 99 y el 100 por 100. ¿Qué había pasado? Nadie se lo explicó a la paciente, pero Ingesa dice ahora que en el Carlos III cruzaron nombres de pacientes. El error sólo duró unas horas. Su falso positivo no lo era, simplemente su positivo no era suyo, su muestra era negativa.

Su pareja comenzó a su vez a encontrase mal. Los mismos síntomas, pero sin fiebre. De nuevo contactó con Ingesa para avisar de su situación. En la fiesta a la que acudieron participaron entre 25 y 30 personas que han dado positivo por coronavirus tras la celebración. Uno de ellos, un varón de más de 50 años, falleció este pasado domingo en Las Palmas. Ingesa ha declinado realizarle la prueba para saber si tiene o no el virus a pesar de la propia solicitud del paciente, con todos los síntomas, menos la fiebre, y con participación en una fiesta en la que entre 25 y 30 de sus amigos han acabado dando positivo. Al menos de momento. Y ante la situación y la posibilidad de ser portador del virus crece el desasosiego, más aún cuando al relatar su caso ni tan siquiera pueden arrojar una explicación certera de qué es lo que pasó con el positivo que finalmente no lo era. La explicación la recibió este medio al consultar su caso, pero no esta familia, según su relato.

La Ciudad Autónoma ha confirmado que son entre 230 y 240 personas las que Epidemiología ha puesto en aislamiento obligatorio bajo amenaza de sancionar la ruptura del mismo. No pueden salir de casa, ni a pasear el perro, ni a comprar. E Ingesa reconoce que no les está haciendo la prueba a todos. Sólo a los casos que presentan síntomas preocupantes, si son leves, las muestras se envían al Carlos III, si revisten mayor gravedad, se analizan en la ciudad con un resultado en horas.

Lo que demanda el Gobierno autonómico es que las muestras se realicen de forma masiva. E Ingesa insiste en que tiene capacidad suficiente para realizar pruebas de PCR de forma ilimitada, pero no ofrece información sobre la cantidad de kits para la realización automática de las pruebas en la ciudad que mantiene en su poder y con disponibilidad. Ingesa en esta crisis a duras penas está transmitiendo información, datos. No es público, tampoco lo saben en la Ciudad, cuántos kits para la realización de PCR en Ceuta llegaron en la única remesa de los mismos, que hasta el momento se sabe que llegó, antes incluso del decreto de Estado de Alarma. Los datos como los test realizados o los pacientes puestos en aislamiento salen de la Ciudad Autónoma, no de Ingesa. Ni tan siquiera en la nota de prensa remitida el domingo en la que se afirma de modo tajante que la realización de PCR por parte de Ingesa en Ceuta estaba por encima de la media por habitantes de la suma de todos los territorios se ofrecía el dato de cuántos eran esos test por millón de habitantes o por cada cien mil. Simplemente con posterioridad se dio por bueno el ofrecido por el Gobierno de la Ciudad cuando a Vivas en su rueda de prensa se le preguntó por el asunto.

El Gobierno de la Ciudad insiste además en que la medida de realizar más test sería importante para controlar mejor la expansión de la enfermedad, que ha dado ya el salto al contagio local. Ya no todos los casos son importados como sucedía hasta el jueves pasado. Se han producido contagios locales. Pero se sigue en la denominada fase de contención sin dar el salto a la de contingencia.

Gracias a la proliferación de pocos casos, Epidemiología sigue rastreando los contactos de los posibles casos, y a todos se les pone en aislamiento obligatorio. De modo que para cuando algunos de esos posibles casos han confirmado la enfermedad ya estaban aislados sin posibilidad de seguir transmitiendo el virus a nuevos enfermos, en los casos más leves desde días antes y en los más graves desde horas.

Justo por eso, Vivas y el Gobierno Local insisten en realizar pruebas de forma más masiva. Por eso han liberado una partida para comprar 10.000 tests de los denominados rápidos (los que buscan el anticuerpo) para ponerlos tan pronto lleguen a la ciudad a disposición de Ingesa con la esperanza de que eso sirva para que de manera automática se realicen pruebas a todos los que como en el caso relatado puedan ser nuevos enfermos, sean sus síntomas leves o graves, sin necesidad de establecer prioridades. E igualmente a aquellas personas a las que hoy tan sólo les detecta aislamiento y se espera su evolución para ver si comienzan a enfermar.

Esos test, según han confirmado desde la Ciudad Autónoma se esperan que puedan estar en Ceuta en unos 10 o 15 días, dependerá el plazo de la actual saturación del mercado y de la logística, que vive tiempos no exentos de dificultades añadidas.

La Ciudad Autónoma considera que las 236  pruebas de PCR practicadas hasta la fecha por Ingesa son insuficientes para diagnosticar la pandemia local e intuye que se puedan estar escapando casos, de los denominados asintomáticos, personas que hayan mantenido contacto con positivos, que no presenten síntomas, pero que puedan ser un vehículo de transmisión del virus a pesar del confinamiento general. Lo que podría en el medio plazo posibilitar una explosión de casos, como ha sucedido en otras regiones y meter a Ceuta en la fase de contingencia. Ese es el temor.

A pesar de ello, Ingesa insiste: “Todos los días se están haciendo pruebas. Hay PCR suficientes. No hay falta de suministro y se están haciendo las pruebas a todos, según los protocolos marcados por criterio de Sanidad. Si alguien no se le hace es porque no se considera necesario. Lo que sí se hace con todos los posibles casos es un seguimiento. A todo el que llama se le investiga, pero se actúa según los protocolos marcados”.

Si bien, desde Ingesa se da por hecho que con la llegada de esos test rápidos, los protocolos cambiarán. Y dónde ahora se fijan pacientes más prioritarios que otros para rastrear si están o no infectados mediante una prueba, se apostará por seguir la recomendación de la Organización Mundial de la Salud para pasar, por ejemplo, a evaluar mediante un test rápido a esas entre 230 y 240 personas que se han puesto en aislamiento obligatorio. A día de hoy, eso no se está haciendo. ¿por qué? Por los protocolos, pero si el criterio va a ser ese en cuanto lleguen los test rápidos y como dice Ingesa hay capacidad infinitiva para realizar PCR, ¿por qué no se aplican ya los protocolos de realización masiva de test como pide la OMS?

El caso del falso positivo que no era falso, pero sí negativo


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