Ceuta recorta lentamente la cifra de nuevos contagios y va doblegando a duras penas, a pasos muy cortos, la curva de la pandemia de Covid-19. El último informe del Ministerio de Sanidad registra en la ciudad autónoma una incidencia acumulada (IA) en los últimos 14 días de 443,52 casos diagnosticados por cada cien mil habitantes. Una cifra muy por encima de la media nacional (349,81) y casi el doble por encima del umbral de riesgo extremo, más aún si se tiene en cuenta que el nivel óptimo, de tranquilidad, se situó en 25 casos por cien mil habitantes.

El dato de Ceuta es todavía el tercero peor del país, solo por detrás de Madrid (489,87) y Melilla, la única por encima de 500 casos por cien mil habitantes (550,37). Estadística que lidera también la ciudad autónoma hermana en la IA a siete días, 226,62 casos por cada cien mil melillenses, casi el doble de la media nacional (118,76), seguida muy de cerca por Ceuta con 202,24 casos por cada cien mil habitantes. El tercer peor dato es, de nuevo, para Madrid, con una media de 190,56 casos por cien mil habitantes detectados en la última semana. 

Un escenario de aparente descenso y repentinos repuntes de nuevos casos de Covid-19, en el que Ceuta lleva metida desde comienzos de año. Hace ya tiempo que la ciudad autónoma alcanzó el pico, pero aun sigue luchando por doblegar la curva . Ceuta tocó el techo de esta tercera ola en la tercera semana del año (entre el 18 y el 24 de enero), estabilizándose al arrancar febrero, pero, con una razón de tasa semanal del 0,95, la más elevada del país.

Una lentitud en el descenso de la curva que se explica en parte por el elevado número de contagios recientes. Si Ceuta se encuadra en el pelotón de cola en la IA de nuevos casos en las dos últimas semanas, así como en la última semana, lidera en cambio la tasa de casos con síntomas aparecidos en la última semana (106,16 por cien mil habitantes), cuatro veces más que la media; y lidera también la tasa de casos diagnosticados con inicio de síntomas en los últimos 14 días (290,17), más del doble de la media nacional.

Otro factor que incide en el lento y desesperante descenso de la curva es el aumento los brotes activos (106), todos familiares y con una importante proporción de sintomáticos, lo que multiplica los contagios.

Así y todo, aun sin terminar de doblegar la dichosa curva, parece confirmarse que, aunque casi tan letal como la segunda ola, con un elevado número de fallecidos —el último este mismo miércoles—, esta tercera onda epidémica no ha subido tan alto, con 1.452 casos confirmados, la mitad de casos de la segunda onda (2.831), aunque sigue preocupando la especial incidencia en las personas mayores. La incidencia acumulada en mayores de 65 años en los últimos 14 días, en la semana anterior (dato del 11 de febrero aun no actualizado) es del 484,4 por cien mil, en riesgo muy extremo, tres veces por encima del umbral máximo.

El escenario epidemiológico, a juicio de las autoridades sanitarias, sigue siendo negativo, con aumento de brotes por la transmisión muy importante a nivel intrafamiliar. Para llegar a la normalidad en el mes de marzo, debería seguir la tendencia a la baja. Aunque aparenta desaceleración, nada es seguro en esta pandemia.