Los representantes de las Consejerías de Sanidad de todas las autonomías y del Sistema Nacional de Salud se reunirán el próximo 10 de octubre para estudiar la aplicación de estas vacunas, que en principio estarían destinadas a una cohorte de niñas entre 10 y 14 años. El motivo es que la vacuna sólo es útil si la joven todavía no ha entrado en contacto con el virus, por lo que se aconseja inyectarla antes de iniciar relaciones sexuales. En cualquier caso, hasta los 26 años, y si no se ha entrado todavía en contacto con el virus, la vacuna también es aplicable.
Además de contra el cáncer de cuello de útero, segundo en relevancia en mujeres tras el de mama, la vacuna también actúa contra otros papilomas. Esta enfermedad supone anualmente en todo el país un coste en tratamientos y atención de cerca de 60 millones de euros.