AFA y Fundación Gallardo salieron a la calle para reivindicar la importancia de realizar terapias cognitivas antes de que llegue el diagnóstico y que este sea específico: "Que el Alzheimer no sea un cajón de sastre para todas las demencias"
Prevención y especificidad en el diagnóstico. Esas fueron los dos mensajes principales de dos de los colectivos ceutíes que tratan con personas afectadas por Alzheimer -la Asociación de Familiares (AFA) y la Fundación Gallardo- que montaron sendos stand, en el Paseo del Revellín y en la Plaza de los Reyes respectivamente. Lo hicieron en la víspera del Día Mundial de esta enfermedad.
En el puesto de la AFA, su gerente, Arantxa Lorenzo, reconoció que sigue habiendo una serie de problemas arrastrados de años atrás que "siguen sin solucionarse". El primero y principal, a su juicio, la falta de especificidad en el diagnóstico de la enfermedad: "Se dice Alzheimer a cualquier trastorno cognitivo", lamenta, viendo como la denominación se ha convertido en una suerte de "cajón de sastre".
Además de lo general del diagnóstico, también ve perjudicial su demora. "La mayoría de veces ya se lleva mucho tiempo padeciendo cuando se acude a consulta. Se normalizan ciertos olvidos y lapsus".
También echa en falta preparación para las familias, que sepan a lo que se van a enfrentar. Un trabajo que su Fundación realiza, al igual que lo hace en terapia cognitiva, buque insignia del planteamiento de Lorenzo, defensora de su gran utilidad a la hora de "retrasar" el avance de la enfermedad si se combina con el tratamiento farmacológico adecuado.
La urgencia de que las investigaciones médicas sobre el Alzheimer lleguen a término es otra de las cuestiones que destaca la gerente de AFA. Observa a lo largo de los años que se han iniciado muchos proyectos y estudios clínicos que luego, "por lo que sea, no acaban de concretarse".
Por afinar también está, a su entender, la aplicación de la Ley de Dependencia, cuya tramitación acogieron con "mucha esperanza", viendo ahora como "los fondos no van a donde deberían". En la misma línea pide que el Plan de Actuación General del Alzheimer no tarde "cuatro años en aplicarse" y que cuente con fondos que sufraguen la acción de entidades como la suya, en tanto la sanidad pública no se hace cargo de estos casos.
La Fundación Gallardo, con la prevención por bandera
Unos metros más arriba, en la plaza de los Reyes, trabajadoras de la Fundación Gallardo y algunos usuarios acompañaron al secretario del patronato de la entidad, Jesús Perea, que se encargo de leer un manifiesto delante de su stand. "Prevenir el Alzheimer comienza con el cuidado integral de la salud tanto física como mental", comenzó destacando, antes de subrayar la relevancia de "practicar actividades de estimulación cognitiva, ejercicio físico" y mantener la "interacción social".
Un discurso que mantienen desde hace una década y cuya aceptación se va diluyendo, especialmente tras la pandemia del coronavirus. "Se está perdiendo el foco sobre la prevención y eso lleva a que hasta que no se muestran los primeros síntomas de la enfermedad no se acuda ni a los médicos especialistas, ni a centros especializados en prevenir, donde se realizan terapias cognitivas".
En su manifiesto recalcó Perea algo esencial, el fin y a la vez medio de la vida: "Con esto buscamos el envejecimiento activo, sentirse útil y válida, en definitiva, ser felices".
Tras la lectura, varios usuarios realizaron un pequeño ejercicio a modo de puzzle con piezas en las que se podían leer algunas de las claves para luchar contra el Alzheimer antes de que este llegue a diagnosticarse. Un momento lúdico que los mayores agradecieron y que realizaron bajo la atenta mirada de la delegada del Gobierno, Cristina Pérez.