RECOMENDACIÓN

Los expertos vuelven a cargar contra la hostelería sin evidencia científica: cierre a las 18 horas

Los expertos vuelven a cargar contra la hostelería sin evidencia científica: cierre a las 18 horas
Terraza bar cafe
Una terraza en Gran Vía./archivo
Guerrero, a quien le habrían pasado la pelota de ahogar más al sector, ya habría comunicado su intención de no hacerlo

La Junta de Portavoces se ha reunido este lunes para abordar la situación de la pandemia. Es otra más de las reuniones que de forma habitual está manteniendo el Gobierno para tratar de sacar adelante las medidas para intentar frenar la situación de forma más o menos consensuada con todos los grupos de la Asamblea. Pero la reunión de este lunes tiene tintes entre surrealistas y berlanganianos. Y es que de nuevo el Gobierno ha vuelto a blandir un informe con recomendaciones de los expertos, aunque no se lo ha dejado ver a la oposición, que ha escuchado con atención como de nuevo, al igual que ya sucediera durante lo peor de la segunda ola, la receta es más restricciones a la vida, y de nuevo, también con el foco puesto en la hostelería. Aunque aparentemente no haya evidencia científica que soporte el centrar el foco en los locales de ocio y restauración.

Así, según ha podido conocer Ceutaldia.com, el Gobierno baraja varias opciones y todas pasan por restringir más a la hostelería. Todo apuntaba a que la opción que con más fuerza barajaba el Ejecutivo de Vivas y Guerrero este lunes por la mañana pasaba por adelantar el cierre del sector a las 18 horas, aunque en otro punto se llegaba a barajar el cierre total. El toque de queda se quedaría en principio como hasta ahora y nada se ha dicho del resto de actividades no esenciales.

De este modo, se pondría de nuevo el foco en la hostelería, a pesar de que en el resumen sobre dónde están los focos, tal y como ha explicado la única portavoz, la líder del MDyC, Fátima Hamed, sin concretar el origen de los focos, Vivas ha apuntado al origen familiar y social y a algunos casos importados de la península.

El portavoz de Caballas, Mohamed Ali, ni tan siquiera tiene claro qué es lo que piden los expertos después de la reunión y lamenta que no le hayan facilitado a la oposición los informes de los expertos. Algo habitual, como también apunta Hamed en el mismo sentido negativo.

Pero eso era esta mañana, porque según ha podido conocer Ceutaldia.com, desde Sanidad, a quién le habían pasado la pelota y el marrón de terminar de quebrar al sector hostelero sin datos que lo avalaran, habría comunicado ya a dicho sector su reticencia a apretar más los horarios y todo apunta a última hora de la noche de este lunes que las cosas se quedarán como están ahora. Aunque de momento no hay confirmación oficial al respecto y habrá que esperar a la publicación del decreto para saber a qué atenerse.

Y es que se decida lo que se decida, el nuevo intento por restringir la hostelería no parece estará avalado por la realidad extraída de los rastreos. En uno de los informes de situación de la pasada semana se contaban 68 brotes en la ciudad, y se concretaba que de ellos 47 eran familiares, 10 más familiar-laboral, 8 social-familiar y 1 social-laboral. Incluso aún dando por sentado (no está nada claro) que el adjetivo social se circunscribe única y exclusivamente a la hostelería, sólo 9 de esos 68 brotes tendrían al sector como foco. A pesar de ello, los expertos ponen al sector hostelero de nuevo en el punto de mira. Con posterioridad a ese informe se detectaron 11 brotes más, y se resumía diciendo que la mayoría eran de origen familiar y se apuntaba ya al ámbito educativo como muy preocupante, un brote que ha terminado por cerrar el colegio Ciudad de Ceuta. Y al que habría que sumar el que afecta a un importante número de legionarios. Pero aparentemente y salvo nuevos y reveladores datos en el informe de los expertos, al que sólo el Gobierno habría accedido, no hay constatación alguna de que la hostelería esté suponiendo un problema para la expansión del virus, a pesar de ello, vuelve a centrar todas las miradas de los expertos y del Gobierno de cara a las nuevas restricciones. Quizás por ello la Consejería no ha sido muy partidaria de seguir esa recomendación.

El punto de cerrar antes la hostelería o aplicarle nuevas restricciones es tan controvertido que ni tan siquiera Vivas estaría dispuesto a refrendar las medidas y las dejaría en manos de su consejero, Javier Guerrero, a quien el sector defendió de forma ruidosa hace sólo unos días cuando su cabeza pendió de un hilo por vacunarse, antes de tiempo, según casi todo el mundo, menos los técnicos del área. Esos mismos técnicos son los que, según ha trasladado Vivas a la oposición, van a estudiar ahora el informe de los expertos para decidir qué hacer.

Es decir, Vivas deja en manos de la Consejería de Sanidad de Javier Guerrero, al que el sector brindó su apoyo, la decisión de qué restricciones aplicar a la hostelería, puesta en el foco sin evidencias por los expertos, y sin que tan siquiera esté claro que sea él y no Vivas quién tiene las competencias para aplicar esas restricciones habida cuenta de la controversia que surgió cuando la ciudad tenía una tasa de incidencia que duplicaba la actual en noviembre y Vivas no llegó a aplicar ninguna medida. Medidas que ahora sí pretende que aplique Guerrero.

Caballas habría propuesto un modelo similar al valenciano en el que la hostelería no está cerrada, pero sí tiene restringidos los clientes en forma de convivientes o no. Allí puede ir cualquier familia o grupo conviviente (por ejemplo estudiantes) a sentarse en un restaurante, sean los que sean. En cambio, para los no convivientes se restringe el número a dos.

Las propias manifestaciones de Guerrero señalando que la hostelería no está en el origen de los brotes ni está suponiendo un vector de expansión de la pandemia, han servido a muchos en la oposición para defender que no comparten ahogar más al gremio.

Y es que en apariencia, no hay ninguna evidencia surgida de los rastreos que ponga al sector como un acelerador de la pandemia. Más bien al contrario, es en los núcleos familiares y sus reuniones donde estaría encontrando un filón el virus para expandirse. Unas reuniones familiares que el propio sector ya señaló en circunstancias parecidas durante la segunda ola que se intensificarían si se cerraban antes los restaurantes y los bares.

Ali ha refrendado que a los portavoces no se las ha facilitado informe alguno que avale ni las tesis de Guerrero ni las de los expertos. Tanto así que desconocen dónde está el origen de los brotes o dónde está habiendo riesgos para la expansión de la pandemia, y por tanto, desde Caballas ni tan siquiera tienen una postura al respecto sobre la propuesta del Gobierno, que el propio Ali reconoce que tampoco tienen clara. “Ahora dicen que van a estudiar el informe de los expertos con sus técnicos”, ha apuntado Alí con cierta ironía por la polémica de la vacunación de Guerrero.

Así, las cosas, el Gobierno vuelve a tener sobre la mesa una petición por parte de los expertos en idéntico sentido a la que ya hicieron durante la segunda ola. Entonces pidieron confinar la ciudad y en su defecto adelantar el toque de queda a las 18 horas primero y a las 20 horas, luego. No se hizo nada por la negativa del Gobierno central al confinamiento y por las dudas jurídicas que planteaban las otras medidas. Finalmente en un tiempo récord se controló la pandemia y se afrontaron las Navidades con tasas de incidencia relativamente bajas. ¿Qué funcionó? Tampoco hay conclusiones al respecto, al menos el Ejecutivo no se las ha trasladado a los grupos de la oposición.

En las peores semanas de octubre y noviembre, el presidente Vivas insistía en que era necesario adoptar nuevas restricciones y medidas dado que no se entendería en el resto del país que siendo una de las regiones con mayor incidencia no se adoptaran restricciones similares a las que ya estaban entonces poniendo en marchas otras autonomías. Ahora ni tan siquiera es ese el caso, Ceuta presentaba este lunes una tasa de incidencia acumulada por encima de 500 casos por cada cien mil habitantes, doblando holgadamente el umbral del riesgo extremo, pero muy por debajo de la media nacional y situada entre las 6 regiones con menor incidencia del país.

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