El director territorial del INGESA ha advertido al Instituto Social de las Fuerzas Armadas (ISFAS) y a la Mutualidad General de Funcionarios Civiles del Estado (MUFACE) de que el Sistema Nacional de Salud no puede seguir atendiendo en la ciudad autónoma a sus mutualistas porque no amplían su cartera de servicios ni abonan la asistencia que ofrece el Instituto de Gestión Sanitaria.

"El INGESA tiene unos usuarios y ellos los suyos", ha recordado Pérez Padilla, quien no se ha atrevido a poner un plazo para romper la baraja: "No vamos a dejar de atender a quienes necesiten de nuestros servicios, como tantos funcionarios de la ciudad, pero pedimos encarecidamente la colaboración de estas compañías para que se hagan cargo y que no se contribuya a un perjuicio de la calidad asistencial del Área Sanitaria de Ceuta”, ha subrayado.

El Instituto Social de las Fuerzas Armadas (ISFAS) es el organismo encargado de gestionar -junto con Clases Pasivas- el Régimen Especial de la Seguridad Social de las Fuerzas Armadas y de la Guardia Civil. MUFACE, por su lado, atiende a los funcionarios de la Administración Civil del Estado, que están encuadrados en el Régimen Especial de la Seguridad Social de los Funcionarios Civiles del Estado, uno de los regímenes especiales del Sistema de Seguridad Social español.

"Tendemos la mano al ISFAS y a MUFACE porque sabemos que en Ceuta hay muchos funcionarios y no hay nada más lejos de nuestra intención que fastidiarles, pero nosotros tenemos unos usuarios y ellos los suyos", ha argumetnado el director territorial, quien ha advertido de que "si se sobrecarga al INGESA, que ha hecho un gran esfuerzo para reducir las listas de espera y deberá repetirlo para, con menos recursos económicos, mantener la calidad asistencia, tendremos un problema muy serio".

Lo que pide Pérez-Padilla es que ambas mutualidades "hagan un esfuerzo" para completar su cartera de servicios o para, al menos, compensar económicamente como corresponde las asistencias del INGESA. "Si tenemos la obligación de atender un embarazo lo hacemos, pero también tenemos la obligación de facturarlo... Podemos tender la mano, pero no de forma eterna", ha advertido.