La curva no engaña, basta ver el calendario y observar la evolución de la pandemia de Covid-19. Y, sobre todo, sus consecuencias: la muerte de 58 vecinos. La relajación de las medidas o el endurecimiento de las restricciones a la movilidad tienen jun impacto directo en el número de contagios, como también lo tiene la relajación de la población. De las fiestas de agosto salió el septiembre negro.

El responsable de Medicina Preventiva del Hospital Universitario de Ceuta y vigía del coronavirus desde el inicio de la pandemia, Julián Domínguez, no deja de alertar sobre ello, también desde sus redes sociales. Este domingo, desde su cuenta de Twitter resumía la situación de forma tan concisa como elocuente:  “No caigamos en los mismos errores, en junio y julio no hubo ningún caso, y la laxitud de medidas en agosto nos llevó durante días a las cifras de incidencia más altas de España”. Acompaña su afirmación con un cuadro  (ver al final de esta noticia) con una gráfica en forma de joroba que muestra la evolución de la pandemia en la ciudad autónoma y en el que se registran, cual sismógrafo, los cambios en las medidas restrictivas o los periodos de una mayor movilidad e interacción social coincidiendo con el verano o los puentes festivos. 

“Estamos en el momento de no volver a cometer los mismos errores que en junio y julio, y las confianzas de agosto que nos llevaron a la peor situación de España durante días”, se explaya Domínguez en Facebook. “Pronto habrá que diseñar una nueva estrategia en la que se contemplará la vacuna contra la COVID19. Las estrategias diseñadas tanto en la primera como en la segunda onda epidémica han sido satisfactorias. No tropecemos otra vez en la misma piedra…”.