El Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad va a proceder “a la retirada del copago ambulatorio hospitalario” que solamente ha conseguido poner en práctica desde octubre de 2013 en Ceuta y en Melilla, los únicos territorios en los que las Autonomías no tienen competencias sanitarias.
La retirada del repago se ha justificado en "la situación del país”, que ha aconsejado "revisarlo” y evitar a los pacientes de las dos ciudades autónomas que recogen su medicación en los hospitales tener que abonar el 10% del coste (con un tope de 4,2 euros por envase) de 43 fármacos.
“No tenía mucho sentido que un ciudadano de una comunidad autónoma tuviera que hacer una aportación que el de otra región no la hacía”, ha reconocido el secretario general de Sanidad y Consumo, Rubén Moreno, que ha defendido que su introducción “no pretendía ser desincentivadora” ni “recaudatoria”, sino que buscaba que “o todos hicieran una aportación” o que “nadie la haga”.
Además, ha argumentado que el repago “tenía como objetivo, como en otro tipo de aportaciones farmacéuticas, que no se acumulara medicación en casa, ya que la aportación no era significativa ni para el ciudadano ni para el sistema en su conjunto”.