No es ningún farol: el mosquito tigre es un problema real. Hace pocos meses que este fue detectado por primera vez en suelo caballa. Tras el hallazgo, Sanidad anunció que constituiría un comité de control y seguimiento para dar respuesta a algo que, de no abordarse, podría convertirse en un serio contratiempo para la salud pública.

Dicho y hecho: este martes, ha tenido lugar en el antiguo salón de plenos del consistorio la primera de las reuniones de la referida comisión. Encabezado por el consejero de Sanidad, Consumo y Gobernación, Alberto Gaitán, al encuentro, han asistido los representantes de las distintas entidades convocadas, desde ACEMSA y OBIMASA -por parte de la Ciudad Autónoma- hasta la Autoridad Portuaria, la Comandancia General y la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir.

De entre todos los presentes en el lugar, resulta especialmente destacable la figura de Javier Lucientes, catedrático de la Universidad de Zaragoza especializado en parasitología y enfermedades parasitarias. Sobre esta especie invasora que ha 'desembarcado' en Ceuta, Lucientes ha asegurado que "no solo origina molestias a las personas, sino que, además, tiene una capacidad muy grande para transmitir enfermedades".

Respecto a la detección del insecto, el investigador ha afirmado, dada la prontitud y la precocidad de la misma, que "estamos de enhorabuena". "Las medidas de vigilancia han dado sus frutos: se ha visto que el mosquito se ha extendido por varias zonas de la ciudad", exponía, para añadir: "Ahora, hay que intensificar esa vigilancia para ver si se sigue expandiendo y tomar medidas para controlar esa expansión". Si todo va bien, "lo lógico es que la población [del animal] se mantenga muy estable e, incluso, que disminuya".

No en balde, Lucientes explicaba que "una vez que el mosquito entra en un sitio como este, es muy difícil eliminarlo por completo". "Sería fácil hacerlo si tuviéramos muchísimo, muchísimo dinero", bromeaba. A propósito de esto último, el catedrático ponía el ejemplo de la ciudad de Barcelona. "En el año 2004, se detectó su presencia allí; desde entonces, se ha extendido por la mitad de España porque no ha habido forma de pararlo", trasladaba.

Sobre los motivos de esa 'invasión', el parasitólogo lo tiene claro: "Aunque el cambio climático está influyendo, los desplazamientos y el transporte de mercancías tienen mucho que ver". Y es que, "a veces, cuando nos vamos o venimos de viaje, vienen con nosotros algunos 'indeseables'", concluía.