El Policía Nacional diagnosticado de catarro cuando era Gripe A no denunciará a los médicos


El Policía Nacional diagnosticado de catarro cuando era Gripe A no denunciará a los médicos

-Hasta en tres ocasiones le dijeron que se trataba de un catarro común y al final resultó ser Gripe A en su variante más agresiva

-La Unión Federal de Policía ha vuelto a lamentar lo sucedido al tiempo que reclama medidas preventivas

-En la jornada del miércoles el sindicato se ha reunido con el jefe superior de la Policía Nacional, José Luis Torres, para abordar el asunto

 

No quiere ni dar su nombre ni tampoco se plantea iniciar clase alguno de procedimiento judicial para exigir una reparación por el mal trato recibido por parte de los sanitarios. Estos días, la presidenta de la Unión Federal de Policía, Ana Moya, hace casi de su portavoz y explica la cadena de errores que estuvo a punto de costarle la vida a un compañero de la Policía Nacional.

 

Lo mismo hace su mujer. Va a hacer ya unas tres semanas que enfermó. “Se sentía mal y se fue a la clínica de la calle Antioco”, afirma su mujer. Es la clínica de ASISA con la que tiene firmado un convenio MUFACE y la que presta asistencia en esta ciudad a todos los funcionarios de la Policía Nacional. Allí le dijeron que se trataba de un simple catarro.

 

“Le mandaron ‘Neurofen’, paracetamol y esas cosas, ni tan siquiera antibióticos. Le dijeron que se fuera para casa y eso hizo, pero seguía mal”, explica su mujer. “Vomitaba le iba a más la mucosidad y llegó a vomitar sangre. Regresó a la clínica porque no mejoraba al revés iba a peor y le volvieron a decir que era un catarro común. Como no le convencía y seguía con 40 de fiebre se fue al hospital”, continúa su mujer.

 

En las Urgencias del Ingesa no le atendieron, le requirieron un volante de ASISA en el que constara que les derivaban el caso. Llevaba ya siete días con fiebre y los bronquios resentidos. Esto es lo que más ha molestado a la Unión Federal de Policía.

 

“A todos los ilegales que vienen les atienden sin cobrarles un duro, que si radiografías y cualquier cosa. No nos parece mal. A cualquier persona se le atiende al momento y no se le pide nada, incluso por un simple resfriado. A nosotros como somos de ASISA al ser Policía Nacional nos ponen pegas”, se va indignando Ana Moya.

 

“Eso es lo que tenemos. El seguro de ASISA está bien para un médico de cabecera, para eso es rápido, pero nada más. Porque cualquier especialidad no tiene capacidad, para una simple radiografía ya te derivan al INGESA. Ese fue el problema de este compañero. Que en ASISA le dijeron que era un catarro y lo tenían que haber derivado al INGESA, como no lo hicieron, en el INGESA le volvieron a remitir al consultorio de Antioco. Tenían que haberle atendido y cobrárselo después al seguro”, lamenta Moya.

 

Y llegados a este punto, el afectado se fue a la clínica Galea. Allí le atendieron mejor y le dieron un tratamiento, pero como no mejoraba se fue a Marbella a ver a un médico que le había buscado su padre. Eso fue el domingo 23 de octubre. De no haber hecho eso podría haberse convertido en la tercera víctima de gripe A en la ciudad.

 

El neumólogo de Marbella por fin le dio el diagnóstico adecuado: “Tenía gripe A con variante mala. Y tenía que haber estado ingresado y en aislamiento”, resume la mujer del afectado. De las tres variantes conocidas de la gripe A, la de este policía resultó ser la más agresiva. Ahora por fortuna ya está bien.

 

Sin medidas preventivas

 

A pesar de su recuperación a la Unión Federal de Policía le sigue pareciendo que no sólo hubo una mala actuación por parte de los médicos, los responsables policiales tampoco dieron la talla.

 

“Ahora él esta bien y se le va a dar el alta, pero nuestra queja es que en ningún momento se ha activado ningún protocolo de actuación con ningún compañero. Cuando él comunico que tenía gripe A se tenían que haber tomado medidas”, reclama Moya.

 

Y es que según el sindicato la prevención en la Jefatura de Ceuta brilla por su ausencia. “Ni geles, ni medidas preventivas de ninguna clase: ni guantes en los calabozos, ni mascarillas, ni nada. Y la gripe A es la enfermedad menos importante que podemos contraer por el contacto con algunos detenidos. Ha habido casos de tuberculosis, sarna…” se queja Moya.

 

El miércoles la presidenta de la Unión Federal de Policía se sentó con el jefe superior de Policía Nacional para abordar el asunto por el que ya se han interesado compañeros especialistas en prevención que se han desplazado desde Madrid a la ciudad. Moya ha valorado el encuentro, pero quiere que se traduzca en resultados.

 

Nos ha explicado que “material se trae. Una caja de gel hace un año. ¡Un bote de gel dura un día! Los agentes se tienen que lavar las manos cada vez que tienen un detenido, los de la sala, los del calabozo. Hasta ahora falta material, lo que tenemos es un bote de gel de 20 duros que nos deja la señora de la limpieza. Mascarillas no hay. Torres dice que sí se compra material. Nosotros le hemos contestado que si trae material habrá que ver dónde va ese material. Le hemos pedido que depure responsabilidades. Nos ha dado la razón. Lo que no puede ser es que al final siempre pague el pato el policía de calle”, protesta y resume Moya.

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