El grupo parlamentario popular ha presentado una moción para la la “atención de las necesidades socioeconómicas de las personas, las familias y las sociedades afectadas por los trastornos del espectro autístico, los trastornos del desarrollo y las discapacidades conexas”, se reconoce expresamente la necesidad de promover y proteger los derechos humanos de todas las personas con TEA, asegurando la igualdad de oportunidades para que alcancen su potencial de desarrollo óptimo. La moción, a iniciativa de las senadoras Violante Tomás Olivares, Ana Lourdes González García, Ana Camins Martínez, Verónica María Casal Míguez, Amaya Landín Díaz de Corcuera y Patricia Rodríguez Calleja y los senadores Miguel Lorenzo Torres, José Vicente Marí Bosó, David Muñoz Arbona y Javier Puente Redondo, aborda explícitamente los principales desafíos a los que se enfrenta el colectivo en temas como la investigación, la concienciación social, la salud o la educación, y exhorta a los Estados a trabajar para lograr su participación plena y efectiva como miembros de la comunidad.
“A pesar del desarrollo que han experimentado la investigación y los recursos especializados desde que se describieran por primera vez las características del autismo y de los demás Trastornos del Espectro Autista, existen aún en España importantes vacíos en relación a aspectos básicos para la calidad de vida de las 450.000 personas con TEA y de sus familias. Éstos se extienden a todos los ámbitos, desde la detección precoz o la atención temprana, a la educación o los apoyos para que las personas con TEA desarrollen una vida independiente en la vida adulta, y participen plenamente como ciudadanos de pleno derecho en la sociedad”, argumentan, reclamando doce medidas al respecto:
- La aprobación del Plan de Acción de la Estrategia Española en TEA, con los recursos necesarios para el desarrollo de las actuaciones y el presupuesto asociado a las mismas.
- La puesta en marcha de un órgano específico de investigación y formación en TEA, destinado a promover el conocimiento sobre este trastorno.
- Mejorar la detección precoz y el diagnóstico del TEA, a través de una Estrategia que establezca protocolos que permitan detectar las señales de alerta y garanticen una derivación a servicios especializados de valoración diagnóstica, de forma gratuita y en el tiempo más breve posible.
- Garantizar el acceso a la atención temprana desde el nacimiento hasta los 6 años de edad de todo niño/a con TEA, así como los apoyos para el desarrollo infantil hasta los 12 años, adaptados a las necesidades del menor y su familia.
- Asegurar una red variada, suficiente y especializada de servicios, recursos y centros educativos, que cuente con los medios necesarios para facilitar una educación de calidad y centrada en las necesidades de cada persona con TEA, flexibilizando e innovando en las modalidades de escolarización y garantizando el derecho a la libre elección por parte de los padres o los representantes legales.
- Puesta en marcha de medidas que favorezcan el acceso de la persona con TEA al empleo y a la vida independiente, fomentando la modalidad de empleo con apoyo y promoviendo la modificación normativa que supone una exclusión para el colectivo.
- Incrementar los apoyos adecuados y específicos para las personas con TEA en proceso de envejecimiento, llevando a cabo medidas para hacer frente a las nuevas necesidades de este colectivo, como el desarrollo de servicios que minimicen su desarraigo o aislamiento social.
- Tener en cuenta las especificidades de las personas con TEA a la hora de aplicar la variable de la discapacidad en la normativa aprobada, evitando que queden fuera del reconocimiento de los derechos que les son inherentes.
- Asegurar la atención integral y específica a la salud de las personas con TEA, contemplando sus necesidades específicas, impulsando la prevención de posibles alteraciones o deterioro en la salud, así como la coordinación entre los diferentes niveles asistenciales y administraciones implicadas.
- Promover la accesibilidad universal y, de manera específica, la accesibilidad cognitiva, a través de medidas y recursos tales como la lectura fácil, apoyos visuales, sistemas pictográficos o diseño de entornos.
- Facilitar ayudas y apoyos especializados a las familias, para que cuenten con recursos y medidas de asesoramiento y planificación que mejoren su calidad de vida.
- Impulsar la formación de profesionales en sectores clave para las personas con TEA (educación, sanidad, servicios sociales, justicia o seguridad), para que conozcan de forma específica las características, necesidades y estrategias de abordaje, así como las nuevas metodologías y procesos para garantizar una atención adecuada de las personas con TEA.