COVID-19

Respeto pero no miedo a AstraZeneca en la cola de la vacuna

Respeto pero no miedo a AstraZeneca en la cola de la vacuna
Un grupo de personas, en su mayorñia familiares, esperan en la entrada al punto de vacunación de la Ciudad
Un grupo de personas, en su mayorñia familiares, esperan en la entrada al punto de vacunación de la Ciudad
La Ciudad ha retomado este miércoles la campaña de vacunación, interrumpida por la falta de dosis, tras la llegada de dos nuevas remesas de Pfizer y AstraZeneca.

Una veintena de personas esperan desperdigadas alrededor del acceso al punto de vacunación de la Ciudad, en el salón de actos del Palacio Autonómico. La gran mayoría no esperan su turno para vacunarse, sino que esperan a un familiar de avanzada edad —en la mayoría de los casos una anciana madre—.

Este miércoles se retomaba la campaña de vacunación tras recibir una nueva remesa de un millar de dosis de Pfizer-BioNtech y otra con 200 vacunas de AstraZeneca. Esta mañana están citados mayores de 80 años, que aun esperan para recibir la segunda dosis y tienen ya la pauta completa. Entre quienes esperan la actitud ante la vacunación y la posibilidad de ser vacunados con la fórmula desarrollada por la Universidad de Oxford, AstraZeneca, se mezcla la resignación y el “respeto” ante las dudas surgidas en torno a esta vacuna. Pero nunca miedo. “Prefiero que sea con otra, pero si tiene que ser, será”, explica Mohamed, 55 años. Él ya tiene la primera dosis de Pfizer y espera la segunda en una semanas. Hoy espera a su madre, anciana, que saldrá del unto de vacunación con la doble pauta. Para Mohamed, el aluvión de noticias, el miedo y la ignorancia, son las causas de la polémica en torno a la vacuna. Una polémica que de momento se manifiesta solo en los medios de comunicación. Según fuentes del Punto de Vacunación de la Ciudad nadie ha rechazado ser vacunado con AstraZeneca

África y Encarnación, dos señoras de más de 80 años, aunque ellas prefieran declarar “taytantos, como decía Lina Morgan”, esperan a una amiga. Ellas ya tienen también l primera dosis, pero si les hubiese tocado AstraZeneca no tendrían dudas, confirman ambas, “Lo ue tenga que ser lo decidirá Dios”. Puede más las ganas de estar vacunado que el miedo a posibles problemas, coinciden. Eso “y librarnos ya de esta cosa”, dice Encarnación señalando su mascarilla quirúrgica, “no s puede ni respira y se te empañan las gafas”.

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