COVID-19

Sanidad Animal ve 6 puntos de "alto riesgo" en la celebración tradicional de la Pascua del Sacrificio

Sanidad Animal ve 6 puntos de "alto riesgo" en la celebración tradicional de la Pascua del Sacrificio
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Imagen de recurso.

El departamento de Sanidad Animal de la Consejería ha encontrado seis "puntos críticos de riesgo" en la cadena alimentaria, "desde el transporte del animal hasta su consumo", que "en base a la costumbre existente para la celebración de la festividad de Aid El-Kebir", han llevado a emitir un informe "desfavorable" sobre su organización este verano sin propiciar una situación de riesgo de contario del coronavirus.

El primero son las explotaciones ganaderas locales, que "presentan unos niveles de bioseguridad nulas, sin pediluvios, aseos, ni planes de higiene o desinfección alguna, tal y como si está establecido en el resto de España, no sólo por la COVID-19, sino por los códigos de buenas prácticas e higiene aprobados por el Ministerio, y que ahora están incrementados aún más, llegando a existir hasta corredores sanitarios para la entradas y salidas de explotaciones que aseguren la posibilidad de contagio".

El segundo, que en el momento de adquisición de los animales "las familias se personan en las instalaciones" para comprar "entre 4.000 y 6.000 ovinos o caprinos que son elegidos individualmente". Se produce "una entrada descontrolada de vehículos y familias completas en unas instalaciones (alrededor de entre 12.000 y 16.000 personas) que presentan una carga ganadera muy superior a la que permiten sus espacios habilitados, con hacinamiento importante de los mismos y medidas de higiene nulas para entrada/salida, distancia de seguridad, lavado e higiene, junto con la aglomeración de personas y trabajadores que hacen imposible controlar la posible transmisión y contagio por COVID-19".

En estas instalaciones "no existe ventilación forzada de ningún tipo, excepto la natural y con condiciones imposibles en cuanto a higiene, por la propia construcción y con respecto a servicios mínimos de aseos e higiene ausentes". A ello se une "se encuentra en estudio el papel que juegan las distintas especies animales en la transmisión de la enfermedad y teniendo en cuenta que inicialmente es una zoonosis, que se ha adaptado a la especie humana".

El cuarto punto en contra está en la repetición de ese tránsito, pero peor en términos de aglomeraciones, para "la recogida de los ovinos y caprinos uno o dos días antes de la fiesta" con los riesgos antes expuestos y "contacto íntimo con todos los miembros de la familia, ya que por tradición es manipulado por todos sus miembros", dándose "un trasiego muy elevado de personas y condiciones muy básicas de higiene y limpieza y siendo imposible el distanciamiento social".

Con respecto a las carpas, de lona, que se solían instalar otros años, "no cuentan con autorización de sanidad, ya que de forma normal incumple todas las medidas de higiene, seguridad y bienestar, que como mucho poseen unos ganchos para el colgado de las canales y a veces puntos de agua (no siempre) fría, sin más recursos".

"La propia labor de faenado, por su dureza, supone la imposibilidad de uso de mascarillas, fuerte exhalación y la imposibilidad de mantener la distancia mínima interpersonal", alerta el dictamen, que explica que en ellas "se reúnen cientos de personas a celebrar el sacrificio sin existir método alguno en el control del faenado, mecanismos de higiene o desinfección e imposibilidad de distanciamiento social o medida alguna de bioseguridad, ya que su tamaño o conformación lo impiden".

Por añadidura, "la manipulación continua de las canales, el manejo de las carnes, la expiración e inspiración forzada de las personas presentes en el ritual del sacrificio, implementan gravemente la posibilidad de transmisión y contagio".

El sexto argumento alude a que "la escorrentía de fluidos corporales y desangrado de los animales, y despojos, que se producen durante las 3 horas que puede durar la matanza de esas 5.000 cabezas de ganado, disminuyen aún más las condiciones de higiene y salubridad que favorece la posible difusión de la enfermedad, a lo que se sumaría, los residuos animales que quedan en la vía pública, alrededor de las carpas y en los contenedores de basura por más de 48 horas".

Por todo ello, para los técnicos la celebración este 2020 de la festividad de Aid El-Kebir tal y como se realiza tradicionalmente "supondría un alto riesgo para el control y posibles rebrotes de la COVID-19 teniendo en cuenta las reglas legales de la nueva normalidad y los protocolos y guías que ha ido utilizando el Ministerio "para evitar que la producción primaria y el sacrificio de animales para consumo, sea un problema como fuente de contagio y difusión de la enfermedad".

Sanidad Animal ve 6 puntos de "alto riesgo" en la celebración tradicional de la Pascua del Sacrificio


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