En una sola jornada, 24 horas, las de este martes, en Ceuta se han registrado tantos positivos como para superar los umbrales de máximo riesgo de incidencia acumulada en 7 y 14 días por cada 100.000 personas. Según se recoge en el informe del área de Medicina Preventiva de Ingesa, al cierre de la jornada del martes se confirmaron 253 positivos. 18 pendientes de declarar y, ojo, 78 casos estaban pendientes de estudio cuando se reportaron los datos, lo que podría disparar la cifra por encima de los 300 casos en un solo día. A la espera de cómo se cierra la estadística oficial en el informe diario de la Consejería de Sanidad de la Ciudad Autónoma que se hará público durante la mañana de este miércoles, la cifra supone de nuevo romper el techo de casos detectados en un sólo día y eleva de nuevo a niveles nunca vistos la incidencia acumulada en 7 y 14 días por cada 100.000 habitantes. 

Con esos datos la incidencia a 14 días ascenderá a 1.858,63 casos por cada 100.000 habitantes. El techo a partir del que se considera riesgo máximo en ese parámetro es de 250 casos. La actual cifra de incidencia la multiplica por 7.

Pero por más que la incidencia esté disparatadísima, por más que las cifras pongan los pelos de punta, por más que los medios de comunicación no hayamos hecho otra cosa que percutir en el cerebro de la ciudadanía con la incidencia cada día desde antes incluso del 14 de marzo de 2020, pronto hará 2 años, lo cierto es que esta pandemia nunca ha ido de incidencia, al menos no solo. De lo que ha ido es de muertes y de la saturación de los servicios de salud. Y ahí, de momento la cosa no sigue el mismo ritmo, la misma velocidad sideral que la propagación del virus entre la ciudadanía, ni en Ceuta ni en el resto del país. Tanto así, que a pesar de que las cuarentenas se han reducido porque el periodo de incubación del virus se ha reducido con la variante ómicron la incidencia se sigue miendo en 14 días (antiguo tiempo de incubación).

De hecho, el aluvión de casos de esta sexta ola, que ya suponen más de 1 de cada 4 casos registrados en toda la pandemia, no ha disparado la ocupación hospitalaria, ni las muertes. Con los casos detectados el martes el número total de contagios en la ciudad desde marzo de 2020 superará la barrera de los 10.000 (1 de cada 8 ceutíes aproximadamente, algo menos). Desde el 10 de noviembre se han contagiado 2.598 personas. Antes del 10 de noviembre la enfermedad causó 129 muertes, desde entonces, 4. Influye la vacunación en que esa cifra se quede en 4, por el momento, y no se dispare paralela a la incidencia. Con uno de cada 4 casos detectados en menos de 2 meses del total, los ingresos hospitalarios se quedan en 38 personas (1 de cada 3 sin vacunar).

El hospital sigue pudiendo controlar la situación, de momento, Al cierre del martes 15 pacientes ingresados, 6 en urgencias (2 más que en la jornada previa), 6 en planta (uno más que el lunes) y 3 en las Unidades de Cuidados Intensivos (los mismos que el lunes).

En el conjunto del país, el peligro para la saturación de los servicios de salud no está tanto en el número de pacientes que ingresan en los hospitales como en el número de profesionales sanitarios que están cayendo contagiados y por tanto tienen que quedarse en su casa aislados, sin poder prestar su trabajo en las trincheras sanitarias contra el virus. En eso y en la Atención Primaria, afectada de una endémica falta de recursos humanos desde hace lustros. También en Ceuta.

A pesar de los disparado de los casos en los dos últimos días, en los últimos 14 y en los últimos 7, en el informe de Preventiva se apunta a que aunque la tendencia de casos sigue siendo creciente se “ha reducido ligeramente” y a pesar de todo, el número reproductivo del virus, en 1,37 al cierre del martes, ha vuelto a caer, lleva ya varias jornadas en descenso.

Aún así, la sanidad resiste, pero no se sabe cuánto más tiempo podrá hacerlo si el número de casos sigue disparándose a este ritmo. Cuando se confirmen los datos de este miércoles, más de 1.500 ceutíes tendrán un mandato sanitario para estar aisladas en sus casas. Es imposible que no haya servicios públicos y empresas privadas a las que esos aislamientos no empiecen a pasarles facturas. Y si la situación va a peor, pueden empezar a verse cierres de ventanillas públicas o de empresas, temporalmente, porque quienes han de prestar la atención están pasando la cuarentena, algo que también se avisa en el informe de Preventiva:

“El enorme e incontrolable  aumento de casos confirmados en los últimos días supone en la práctica el aislamiento y cuarentena de más de 1.300 personas,y si continúa la elevación de la incidencia aumentará proporcionalmente la ocupación hospitalaria y la posibilidad de afectar a algún servicio público, así como la gravedad y la letalidad en números absolutos”.