La investigación policial del apuñalamiento que se registró en la zona de La Ribera-Fuente Caballos la madrugada del domingo 25 de julio se está topando con una pared de silencios y contradicciones a la hora de señalar a la persona que hirió con un arma blanca (posiblemente una botella rota) a un joven que había acudido a la costa con varios amigos cuando, tras encontrarse con otro grupo junto al mar, la situación derivó en una "brutal paliza" en la que señaló como pesuntos protagonistas a cuatro personas (una de ellas encarcelada en Málaga).

Este martes ha sido detenido y ha pasado por los Juzgados otro de los menores señalado como presentes en el lugar de los hechos que ha quedado en libertad a falta de una identificación expresa y contundente (obtenerlas de cualquier fuente es cada vez más difícil y en las diligencias constan amenazas del tenor 'Como digas algo de lo que ocurrió te mato, que yo estoy muy loco') de su papel en el suceso.

Lo mismo ha ocurrido con todos los arrestados previamente salvo tres, un menor de 15 años que paradójicamente formaba parte del grupo de colegas de la víctima que lo acompañó desde Patio Páramo hasta La Ribera y dos adultos. Uno de estos últimos, también de su círculo, ha podido salir de prisión bajo fianza y sin pasaporte.

Así lo ha acordado el titular del Juzgado de Instrucción número 5, que ha estimado como excesivo su encierro incondicional a la vista de que en las diligencias no consta ni un informe médico-forense que acredite que el alcance de las heridas puso en riesgo la vida del agredido ni una identificación concluyente por parte de testigos, circunstancias que no había valorado de igual forma la magistrada de guardia que lo metió entre rejas, la jueza del número 6.

Mientras, en Punta Blanca permanece aislado durante 20 días el joven compañero de la víctima al que se imputa un presunto delito de robo con violencia. Su familia ha vuelto a denunciar este martes lo "injusto" de la medida adoptada sobre el chico, que acudió voluntariamente a declarar junto a su madre después de que se lo pidiese informalmente una agente de la Policía Nacional.

Su defensa solicitó la semana pasada una rectificación de su entrada en régimen cerrado, pero todavía no ha obtenido respuesta. Su familia critica no haber podido "ni hablar" todavía con el joven y que permanezca encerrado "mientras señalados como supuestos autores del presunto homicidio en grado de tentativa continúan libres".