El personal de la empresa de salvamento que vela por la seguridad de los usuarios de la playa de La Ribera -Marsave- se ha dado de bruces este 20 de julio con una desagradable primera intervención tras reportar el hallazgo de un nuevo cuerpo sin vida.

Según la propia adjudicataria del servicio de socorrismo, el avistamiento se ha producido poco antes de las once en punto de la mañana, a escasos minutos de que el personal asalariado fichase para dar inicio a su acostumbrada jornada laboral.

El cadáver se hallaba en el último tramo del canal de navegación (cerca del foso) cuando este ha sido descubierto por una embarcación perteneciente a la compañía encargada de limpiar de residuos las redes antimedusas. Al parecer, el mismo se encontraba flotando, lo que vendría a significar que la muerte se habría producido recientemente.

Dada la naturaleza del suceso, Marsave ha habido de activar el preceptivo protocolo de actuación. Después de dar parte de lo sucedido a la Guardia Civil, el GEAS se ha trasladado hasta el lugar de los hechos para realizar las diligencias oportunas. Entretanto, los socorristas se han afanado en evitar que el cuerpo se moviera para que este no se aproximara a la orilla ni a la zona de baño en ningún momento.

Desde el instituto armado, aseguran que el fallecido era un individuo de mediana edad y origen magrebí. Como tantos y tantos otros, este estaba, presumiblemente, tratando de alcanzar a nado las costas españolas.

Luego del levantamiento, la Benemérita ha trasladado el cadáver hasta el acuartelamiento del Servicio Marítimo, donde permanecerá por tiempo indefinido hasta que los servicios funerarios lo muevan al Anatómico Forense.

Pese a que todo apunta a que la muerte se habría producido por ahogamiento o por hipotermia, habrá que esperar a que los facultativos y especialistas practiquen la pertinente autopsia a fin de despejar todas las dudas al respecto.