Un incidente que ha quedado en un susto: así ha sido la súbita e inesperada rotura del engranaje que sujeta una de las ocho campanas que hay en la catedral de la ciudad.

Dado el evidente riesgo que entrañaba la coyuntura, Bomberos ha tenido que actuar de emergencia. Varios miembros del Cuerpo se desplazaban a media tarde hasta el lugar para tratar de dar solución a una problemática que, por fortuna, no ha ido a mayores.

Tras acordonar debidamente la zona, los integrantes de la dotación han subido hasta lo alto del torreón para apuntalar el objeto. La opción de retirarlo ha quedado completamente descartada dado su gran peso (y, por extensión, la dificultad para moverlo). "La han fijado", señalaba un paseante.

Por el momento, poco se sabe sobre cuál habría sido el motivo de la rotura. Lo que está claro es que la campana habrá de ser sustituida por una nueva más temprano que tarde. Sea como fuere, la situación no parece suponer ya ningún riesgo para los feligreses más asiduos del templo (ni para los transeúntes).