Les ha sucedido tantas veces que ya saben cuándo es una emboscada para recibirles a pedradas. Es lo que sucedió en la noche de este martes al acudir a un aviso de incendio en un vertedero ilegal de chatarra, incendio que el cuerpo de bomberos dejó arder a la vista de que sería imposible apagarlo sin que algún bombero terminara herido por una pedrada.
Optamos por dejar arder el fuego, porque entendimos que nos iban a apedrear”, asumía el Jefe de Bomberos, Miguel Ángel Ríos, rogando a los vecinos del Príncipe, “que no nos apedreen”.