BOTELLÓN

Fiesta ilegal en la calle pese a las denuncias de los vecinos… Y no son chavales

Fiesta ilegal en la calle pese a las denuncias de los vecinos… Y no son chavales
Una veintena de personas celebran una fiesta en plena calle, en una de las avenidas traseras de la Junta Obras del Puerto, pese a las denuncias de los vecinos al 112.

El decreto del Gobierno para poner fin al botellón ha resultado ser una normativa de garrafón. Postureo legal. La ineficacia de las autoridades y la irresponsabilidad cafre de muchos ciudadanos, que prefieren esconderse que cumplir con su deber, han aguado el decreto. Los botellones, las barbacoas y las fiestas siguen campando a sus anchas, ahora a escondidas 

Los irresponsables han abandonado los tradicionales lugares los que se acudía cada fin de semana para beber en la calle para refugiarse por los rincones menos transitados, allí por donde no pasa la Policía, a veces ni aunque la llamen. El consejero de Sanidad, Javier Guerrero, explicaba en sesión plenaria que el botellón ha mutado para sortear las restricciones, incluso, aseguraba, “llegan a alquilar pisos” para ello. Y allí no llega la Policía Local si no se denuncia. Por eso animaba a los vecinos a que denunciaran si eran testigos de fiestas en las que no se respetaban las normas de seguridad , aforo y distanciamiento interpersonal. 

Pero, a veces, ni denunciando. Es el caso que denuncia un lector de Ceuta al Día. 

Más de una veintena de personas, y no precisamente jóvenes, bebían apiñados bajo un toldo, en la puerta de un garaje, en las calles traseras de la Junta Obras del Puerto. Sin mascarilla, sin distancia, sin ningún tipo de medida de precaución. Los vecinos, denuncian, llamaron al 112, pero nada. El botellón siguió impune para desesperación de los testigos, que no dudaron en fotografiar y grabar lo que allí sucedía.

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