La Guardia Civil se ha topado este martes a mediodía con un nuevo método de tráfico de hachís: oculto en los boyarines de una red a la deriva en la que se enredó el motor de una embarcación que pidió ayuda a la Benemérita, que ha localizado un total de 230 kilogramos de sustancia estupefaciente, según ha informado la Comandancia local este miércoles en un comunicado a los medios.

La Central COS activó al Servicio Marítimo con motivo de "la solicitud de auxilio realizada por una embarcación de pesca ante la imposibilidad de maniobrar por haberse enredado en la hélice del motor una red de deriva".

Los guardias mvilizados se pecataron de que algunos de los boyarines de flotabilidad que conformaban la red se habían abierto y que su interior "estaba rellenado con supuesta sustancia estupefaciente".

Al llevar la red a su base, los guardias constataron, después de abrir más de 400 boyas durante varias horas, que en su interio había hachís en bellotas, tabletas, etcétera, con un peso total de 230 kilogramos.

Al Instituto Armaado le ha llamado la atención "lo novedoso del método utilizado para intentar introducir la droga hasta el litoral ceutí evitando la acción policial". Ahora se instruyen las oportunas diligencias para su entrega en el Juzgado de Instrucción de Guardia, quedando la sustancia intervenida depositada en el Área de Sanidad de la Delegación.