Han sido unas últimas 24 horas ajetreadas para el cuerpo de Bomberos de la Ciudad Autónoma de Ceuta. Desde muy temprano la bocina no ha parado de sonar el cuartel. A las 6.30 horas de la mañana eran avisados por el incendio de cuatro vehículos en la zona de Príncipe Felipe. Los coches calcinados a una hora en la que llovía abundantemente hacen pensar en una mano culpable y en gasolina. Según apuntaron desde Gobernación la Policía Nacional ha abierto una investigación para esclarecer lo sucedido.

Después la lluvia no ha dado tregua y desde las ocho y media de la mañana hasta las seis y media de la tarde las salidas por asuntos relacionados con las precipitaciones se han sucedido. Hasta 18 salidas. Ningún daño personal ni nada realmente importante.

Filtraciones, achique de viviendas, una sala de contadores inundada, arquetas y alcantarillas que no tragan, un camión que se llevó un cable de teléfono en San Amaro, garajes inundados –entre ellos el del hotel tryp– y un árbol caído en la carretera del pantano, entre otras actuaciones resumen un ajetreado día para los Bomberos.

Precipitaciones

Y es que hasta las 18 horas de este lunes en Ceuta habían caído 97 litros por metro cuadrado con lo que se puede decir que las precipitaciones caídas ascienden a más de 100 litros por metro cuadrado, según los datos facilitados por Ciudad Autónoma y por Delegación del Gobierno y obtenidos a través del servicio 112. Cantidades que se suman a las de la estación meteorológica, que registró 110 litros por metro cuadrado para el día 26, 27 litros para el día 27 y otros 47 litros por metro cuadrado el día 28.

Predicción

Ceuta continuará en alerta naranja por lluvias fuertes hasta las 23 horas de este martes. Mañana del naranja se pasa al verde como por arte de magia y se espera un clima más agradable.

Tanto el martes como el miércoles se esperan precipitaciones leves con temperaturas muy estables, entre 13 grados de mínima y 14 de máxima. Eso sí el viento que se espera que role a Poniente a última hora del martes podría soplar con cierta fueraza durante la madrugada del martes al miércoles.