Es un clásico de cada verano, cuando el clima se vuelve favorable y el mar parece una piscina, comienzan a aventurarse en embarcaciones de todo tipo migrantes subsaharianos tratado de hacer su particular agosto y salvar la última frontera de un largo viaje para llegar a la Europa prometida. Un ritual, una tradición más, que ha vivido este sábado de San Antonio su última consumación.

Una decena de subsaharianos han logrado alcanzar la playa del Sarchal sobre las 11 de la mañana de este sábado a bordo de una pequeña barca de madera.

La Guardia Civil les ha guiado en los últimos metros y les estaba esperando. Cruz Roja ha desplazado hasta el Sarchal dos de sus ambulancias para atender a los inmigrantes por si presentaran algunos síntomas típicos de estas travesías como hipotermia.

Nada grave, algunos fueron atendidos por haberse clavado puas de erizo en las extremidades al saltar desde la barca hasta la playa, recibieron mantas para paliar el frío con el que llegaron y chanclas para evitar nuevos cortes en los pies, fueron filiados en el propio Sarchal por los agentes de la Guardia Civil y trasladados al Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes sin mayor incidencia.

El centro se encuentra con un nivel de saturación importante y rebasa ya los 700 inquilinos, muy por encima de su capacidad.